Agentes del Cuerpo Nacional de Policía han detenido en A Coruña a siete personas -cinco hombres y dos mujeres- acusados de formar parte de un grupo organizado, dedicado a la receptación de efectos robados, según informa la Jefatura Superior de Policía de Galicia.
El arresto se produjo la semana pasada y los siete están acusados de receptación, asociación ilícita y hurto. La investigación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones.
Según la Policía, los detenidos formaban parte de un grupo organizado, mediante un reparto de roles perfectamente estructurado dentro de una jerarquía.
EL CENTRO DE OPERACIONES, UN BAR
Al frente se encontraba, como cabecilla, el propietario de un bar, sito en el barrio del Ventorrillo, que utilizaba el local para 'colocar' multitud de efectos sustraídos por habituales del hurto, a los que pagaba generalmente 'en especie' con hachís.
El cabecilla de la organización, al que le constan en los archivos policiales 3 detenciones por tráfico de drogas, regentó anteriormente varios locales de hostelería donde se dedicó al 'trapicheó con sustancias estupefacientes', señala la Policía Nacional en un comunicado.
Los demás tienen numerosos antecedentes por delitos relacionados con la propiedad, robo con violencia, hurtos, alguno de ellos con hasta 37 detenciones anteriores.
INICIO DE INVESTIGACIONES
Las investigaciones comenzaron en marzo del año pasado y culminaron la semana pasada con varios registros en locales y domicilios, en el curso de los cuales se intervinieron diversas cantidades de resina de hachís, enseres para la fabricación de utensilios para las sustracciones (bolsas faraday).
También se incautaron numerosos teléfonos móviles y cuadernos manuscritos en los que se reflejaban los 'pedidos' de los clientes, lo que permitió a los agentes constatar que recibían encargos perfectamente detallados (tallas, colores, marcas) de ropa, complementos, perfumería, cosmética y otros efectos a conseguir, que eran derivados a los autores directos de las sustracciones.
ROBOS
Mediante unos intermediarios, los responsables de los robos eran distribuidos por diversos establecimientos de la ciudad para la realización de los actos delictivos. Una vez obtenido el objetivo, a través de los mismos intermediarios, se efectuaban las transacciones en el bar del Ventorrillo, donde posteriormente se daba salida a los efectos.
Además de los siete detenidos, se integraban en el grupo otras 11 personas, que ejercían labores secundarias de intermediación con los clientes, así como de transporte y vigilancia.
Tres de los detenidos (el cabecilla y dos de sus principales colaboradores) han pasado a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de A Coruña. Los demás han quedado en libertad con cargos, advertidos de la obligación de presentarse ante las autoridades judiciales cuando sean requeridos.
Se da la circunstancia de que dos de los detenidos, lo fueron igualmente por un delito de estafa continuada ya tramitaban portabilidades entre diversas compañías telefónicas, utilizando los datos de personas reales a las que convencían para realizar dichos cambios, lucrándose los autores de teléfonos móviles de alta gama con el fraude.
Según la Policía, los detenidos formaban parte de un grupo organizado, mediante un reparto de roles perfectamente estructurado dentro de una jerarquía.
EL CENTRO DE OPERACIONES, UN BAR
Al frente se encontraba, como cabecilla, el propietario de un bar, sito en el barrio del Ventorrillo, que utilizaba el local para 'colocar' multitud de efectos sustraídos por habituales del hurto, a los que pagaba generalmente 'en especie' con hachís.
El cabecilla de la organización, al que le constan en los archivos policiales 3 detenciones por tráfico de drogas, regentó anteriormente varios locales de hostelería donde se dedicó al 'trapicheó con sustancias estupefacientes', señala la Policía Nacional en un comunicado.
Los demás tienen numerosos antecedentes por delitos relacionados con la propiedad, robo con violencia, hurtos, alguno de ellos con hasta 37 detenciones anteriores.
INICIO DE INVESTIGACIONES
Las investigaciones comenzaron en marzo del año pasado y culminaron la semana pasada con varios registros en locales y domicilios, en el curso de los cuales se intervinieron diversas cantidades de resina de hachís, enseres para la fabricación de utensilios para las sustracciones (bolsas faraday).
También se incautaron numerosos teléfonos móviles y cuadernos manuscritos en los que se reflejaban los 'pedidos' de los clientes, lo que permitió a los agentes constatar que recibían encargos perfectamente detallados (tallas, colores, marcas) de ropa, complementos, perfumería, cosmética y otros efectos a conseguir, que eran derivados a los autores directos de las sustracciones.
ROBOS
Mediante unos intermediarios, los responsables de los robos eran distribuidos por diversos establecimientos de la ciudad para la realización de los actos delictivos. Una vez obtenido el objetivo, a través de los mismos intermediarios, se efectuaban las transacciones en el bar del Ventorrillo, donde posteriormente se daba salida a los efectos.
Además de los siete detenidos, se integraban en el grupo otras 11 personas, que ejercían labores secundarias de intermediación con los clientes, así como de transporte y vigilancia.
Tres de los detenidos (el cabecilla y dos de sus principales colaboradores) han pasado a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de A Coruña. Los demás han quedado en libertad con cargos, advertidos de la obligación de presentarse ante las autoridades judiciales cuando sean requeridos.
Se da la circunstancia de que dos de los detenidos, lo fueron igualmente por un delito de estafa continuada ya tramitaban portabilidades entre diversas compañías telefónicas, utilizando los datos de personas reales a las que convencían para realizar dichos cambios, lucrándose los autores de teléfonos móviles de alta gama con el fraude.
