Felicitas López Graña fue encontrada muerta el miércoles, con un fuerte golpe en la cabeza

Detenido el sobrino de una mujer asesinada en Vilalba

Agentes de la Guardia Civil y vecinos conversan ante la casa donde ocurrió el suceso. (Foto: C. ARIAS)
La Guardia Civil detuvo al sobrino de Felicitas López Graña, la mujer de 66 años que apareció muerta en su domicilio en una parroquia del municipio de Vilalba (Lugo), con un fuerte golpe en la cabeza, aparentemente propinado con un objeto contundente, posiblemente un hacha, según fuentes del instituto armado. El sobrino de la fallecida, un hombre de mediana edad que responde a las iniciales Alfonso G.C., padecía desde hace años graves problemas psiquiátricos y residía con su madre, cuñada de la difunta, en la misma casa que la víctima y su marido, ubicada en el lugar de Adaulfe, en la parroquia de San Simón.
Según informaron fuentes de la Guardia Civil, Alfonso G.C. fue detenido como sospechoso de haber provocado la muerte de su tía, pero de momento la investigación sigue abierta y los agentes de la Policía Judicial, que se han hecho cargo del caso, están a la espera de recibir el informe del forense para conocer las causas exactas del deceso.

El cadáver fue hallado en torno a las cinco de la tarde de ayer en la propia vivienda familiar y hasta el lugar de los hechos se desplazaron, un par de horas más tarde, varias unidades de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Lugo, que todavía continúan con las pesquisas. Por otra parte, las mismas fuentes del instituto armado señalaron que al menos hasta primera hora de la mañana de ayer no había aparecido el objeto con el que supuestamente fue golpeada la víctima, posiblemente un hacha.

Fuentes del entorno de la familia dijeron que cuando fue localizado el único sospechoso, el miércoles por la noche, se encontraba muy alterado, por lo que fue evacuado, custodiado por agentes de la Guardia Civil, a un centro médico, en el que fue sometido a un reconocimiento psicológico. Posteriormente, fue oficialmente detenido, aunque ayer por la mañana todavía continuaba ingresado en un centro sanitario bajo custodia policial y a la espera de pasar a disposición del uzgado de Vilalba, que el miércoles se hizo cargo de la investigación y decretó el levantamiento del cadáver a medianoche.

Fuentes próximas a la familia indicaron que la Guardia Civil acordonó todo el perímetro de la casa y agentes de la Policía científica buscaron pruebas durante buena parte de la noche en el interior de la vivienda e incluso en las inmediaciones del inmueble.

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