Los dulces también gustan

Dice la historia que la variedad de O Couto es fruto del empeño de un monje del monasterio de San Martín que se había propuesto conseguir pimientos que no picasen. Es casi igual al de Padrón en apariencia, pero la dulzura de su sabor es la que marca la diferencia.
Este pimiento, que crece en las huertas de Ferrolterra, se recoge cuando mide entre cinco y siete centímetros de largo y dos en la parte más ancha. En los invernaderos de la Cooperativa Val do Narón decidieron no quitar las plantas que mejores pimientos dieron el verano pasado; las dejaron crecer hasta que el fruto madura y enrojece para poder extraer una semilla con la que perpetuar lo mejor de la especie mediante un proceso de selección que desde hace cuatro años desarrollan los productores de la zona en colaboración con el CIAM.

Los pimientos de Blanco Rosal, Oímbra, Arnoia y Punxín comparten con los de O Couto la dulzura. Las variedades cultivadas en las provincias del sur se acercan al sabor de los pimientos italianos de esta clase. Los de Arnoia se diferencian por presentar un intenso color verde y una textura extremadamente fina; son piezas de tamaño medio de cuatro cantos, con una forma menos apuntada que las del resto de las variedades gallegas.

Son pimientos muy demandados por quienes echan de menos el sabor de las hortalizas autóctonas, cultivadas de modo tradicional y reduciendo al máximo los tratamientos fitosanitarios. Igual de apreciadas son la cualidades culinarias de la varie dad de Mougán, cultivada desde hace muchos siglos en el municipio lucense de Guntín. Los primeros llegaron con los frailes del monasterio, pero las plantas desaparecieron durante una larga temporada hasta que los agricultores de la zona decidieron recuperar esta especie.

Peculiar sabor

Su peculiar sabor conquista los paladares más exigentes, que ya han intentado trasladar los cultivos a otras zonas, como Murcia o el norte de Marruecos, pero el resultado no es el mismo. Alejados de las exigentes condiciones climáticas del interior de Galicia, los pimientos pican demasiado y el sabor queda totalmente desvirtuado.

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