Tras ocho años de espera, ayer por la mañana se inició en la Audiencia Nacional el juicio por la desaparición y asesinato de Fernando Caldas, el joven de Vilagarcía de Arousa (Pontevedra) que supuestamente fue asesinado por un asunto relacionado con el tráfico de drogas.
Caldas tenía 28 años y trabajaba en una empresa de telefonía frente a la plaza de abastos que regentaba Rosa Charlín. Su pareja sentimental, Jorge Durán Piñeiro, dirigía la organización desde la prisión pontevedresa de A Lama. A través de una carta remitida a Miguel Ángel Fernández, le ordenó que hiciera desaparecer a Caldas porque iba a matar la 'gallina de los huevos de oro' al no acatar sus órdenes y hacer muestras de ostentación.
El joven, el 16 de julio de 2004 se dirigió en su vehículo a Bertamiráns y fue secuestrado enviando un par de mensajes a su amigo Marcos Vigo, indicándole que estaban metiéndolo en el maletero de un vehículo. Éste tardó horas en comunicarlo a la Policía. Las fuerzas de seguridad sospechan que pudo ser enterrado en cal viva en un pilar de la autovía que une Brión y Santiago, que entonces estaba ejecutándose.
CITACIÓN DE OUBIÑA
Además, el narcotraficante Laureano Oubiña está citado hoy para una vistilla en la que la sección cuarta de la sala de lo penal de la Audiencia Nacional decidirá si el cambadés tiene que ingresar en prisión como solicitó la Fiscalía Antidroga por riesgo de fuga. De no hacerlo, y acudir tan solo su letrado, el acto se celebraría igual, pero la legislación establece que tiene que ser citado.
El joven, el 16 de julio de 2004 se dirigió en su vehículo a Bertamiráns y fue secuestrado enviando un par de mensajes a su amigo Marcos Vigo, indicándole que estaban metiéndolo en el maletero de un vehículo. Éste tardó horas en comunicarlo a la Policía. Las fuerzas de seguridad sospechan que pudo ser enterrado en cal viva en un pilar de la autovía que une Brión y Santiago, que entonces estaba ejecutándose.
CITACIÓN DE OUBIÑA
Además, el narcotraficante Laureano Oubiña está citado hoy para una vistilla en la que la sección cuarta de la sala de lo penal de la Audiencia Nacional decidirá si el cambadés tiene que ingresar en prisión como solicitó la Fiscalía Antidroga por riesgo de fuga. De no hacerlo, y acudir tan solo su letrado, el acto se celebraría igual, pero la legislación establece que tiene que ser citado.
