A un metro

Empresas dispuestas, faltan pautas

Un obrero trabaja en la construcción en A Coruña. (Foto: Suso Arjomil)
photo_camera Un obrero trabaja en la construcción en A Coruña. (Foto: Suso Arjomil)

"Hay un dato que indica que las empresas se lo toman en serio, ninguna se ha dado de baja a pesar de la situación económica", comenta un técnico de riesgos laborales con más de 200 clientes en su cartera.

"Cuando se decretó el estado de alarma y el confinamiento comencé a llamar a clientes cuya actividad era considerada esencial para saber si habían adoptado medidas de seguridad y me sorprendió que ya las estaban aplicando. Acudí a un estanco para asesorarlo y ya tenía instalada la mampara protectora, había señalado en el suelo la distancia de seguridad y en la puerta había colocado un cartel limitando el aforo. Otra cosa es que las medidas estén homologadas, pero te indica que la gente se preocupa".

José Francisco lleva más de tres lustros ejerciendo de técnico de prevención de riesgos laborales y ha visto la evolución en la industria y en el comercio para minimizar riesgos. "Cuando comencé, en las visitas a los clientes preguntaba por los certificados PRL, que es como nos referimos por las siglas a la prevención de riesgos laborales, y parecía que les estaba solicitando una fórmula matemática. Hemos mejorado mucho, la construcción y el metal son los sectores que mejor están llevando las cosas, pero al pequeño empresario también le preocupa la salud de sus trabajadores".

Prefiere que su apellido permanezca a recaudo del periodista por cautela profesional. En su cartera de clientes figuran más de 200 empresas pequeñas y medianas y no quiere perder ninguna por un malentendido. "Hay un dato que indica que el empresario se lo toma en serio. Ninguna se ha dado de baja y soy consciente de que alguna no está facturando nada. Están pensando en la vuelta y quieren hacerlo con total garantía".

Las empresas con más de 200 trabajadores, como pueden ser Inditex, Repsol o El Corte Inglés, por poner ejemplos, cuentan con su propio servicio de prevención de riesgos laborales que elabora el plan de contingencia. Pero las auxiliares que prestan servicios a las gigantes de la industria recurren a consultores externos para cumplir con la normativa.

"Un autónomo con uno o dos empleados puede hacerlo él mismo, pero al igual que una gestoría les lleva las cuentas, casi todos prefieren que sea una consultora en seguridad y salud la que se encargue de la prevención". Durante el estado de alarma, con el cese total de las actividades no esenciales en la Semana Santa y el posterior permiso para retomar el trabajo, José Francisco tuvo que atender muchas dudas de la construcción."Tengo constancia de que los empresarios hicieron todo lo posible para surtir a los operarios del material de protección como las mascarillas y de que se intenta respetar la distancia de seguridad. Alguno se quejaba de que no encontraba un almacén que le suministrase material para la obra, pero de eso ya no se puede ocupar un técnico de prevención de riesgos laborales", comenta con retranca.

La construcción era uno de los sectores que tradicionalmente más siniestralidad registraba y ahora, "como marca el convenio, nadie entra en una obra sin haber recibido un curso de 60 horas y 20 presenciales". Una parte del ladrillo ha retomado la actividad, pero los que se dedican a las reformas continúan de martillos caídos en el caso de que tengan que transitar por espacios comunes. Y las preguntas obtienen la misma respuesta, hay que esperar a lo que diga el decreto porque una cosa es lo que se anuncia en rueda de prensa y otra lo que después puede aparecer en el BOE. Los cambios de criterio maniatan los deseos de los autónomos y pequeños comercios para estar preparados tan pronto como le concedan pista.

Hostelería

"Me pasa con la hostelería que ni me atrevo a hablar con ellos porque sé que lo están pasando muy mal. Son los primeros que han cerrado y los últimos que van a poder retomar la actividad". Y no será por falta de ganas ni disposición para comenzar a despachar cumpliendo con todas las garantías sanitarias.

"Hoy mismo me llamó el dueño de un establecimiento con plan diseñado por él para poder levantar la persiana cuanto antes. Me dijo que de las cuatro entradas que tiene su local va a dejar una para la entrada y otra para la salida y me solicitó consejo. Le sugerí que instalar dispensadores de gel hidroalcohólico para las manos está bien, pero hasta que no salga algo del ministerio sería informar y trabajar a ciegas. Aún no se sabe si van a ser obligatorias las mamparas".

Algo similar le sucede con las condiciones de apertura de las peluquerías. "Hablamos de los turnos, de las mascarillas, del gel para manos y poco más les puedo aconsejar". Las empresas con más personal, como los concesionarios de coches, "han apostado por el teletrabajo del personal de oficina" y se han pertrechado con equipos de protección. La industria y el comercio no se detienen. Faltan pautas claras.

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