Los parlamentarios gallegos dudan de la continuidad de las acampadas y ven en sus reivindicaciones 'buena fe e ingenuidad'

Escepticismo en torno al 15-M

Asamblea General del movimiento 15M que se celebra esta noche en la madrileña Puerta del Sol para decidir el futuro de la protesta. (Foto: Víctor Lerena)
El movimiento del 15-M ha recorrido España de norte a sur e, incluso, ha traspasado las fronteras hasta instalarse en otros países de nuestro entorno. Se trata de un grupo heterogéneo pero en el que destacan especialmente los jóvenes que se rebelan contra una sociedad que nos les gusta. Los partidos políticos entienden, hasta cierto punto, ese malestar aunque son escépticos a la hora de valorar las posibilidades de supervivencia para el futuro.
El diputado del PSOE por A Coruña, Xavier Carro, comprende el nacimiento de este movimiento y concreta en dos sus grandes reivindicaciones: malestar contra las normas dictadas por los mercados y el FMI para la reducción del déficit, así como un cambio en las reglas de funcionamiento del sistema político con el objetivo de acercar la toma de decisiones a los ciudadanos. Carro afirma que son propuestas hechas con buena fe, pero con ingenuidad y 'cierta contaminación de la campaña antipolítica de las televisiones de la ultraderecha'.

Celso Delgado, diputado del PP, también cree que existen razones que justifican la irrupción del movimiento 15-M por la frustración de una juventud condenada al paro.'Entendemos que es el reflejo del malestar de la sociedad española, consecuencia de la falta de oportunidades que ha provocado el Gobierno de Zapatero, los recortes sociales, los cinco millones de parados y el 45% del paro juvenil'.

La diputada del BNG Olaia Fernández también coincide en que existen razones más que fundadas para la aparición del movimiento de los indignados, y no sólo las concreta en la crisis económica y el paro. A su juicio era necesario que la juventud mostrase públicamente su rebeldía ante una situación que los convierte en los máximos perjudicados. 'Xa se botaba en falla certa movilización e protesta da mocidade, unha mocidade que por fin decidiu facerse ouvir'.


LOS PARTIDOS, CUESTIONADOS

Xavier Carro cree que la protesta no está directamente dirigida contra los partidos políticos, sino que pretende alcanzar nuevas formas de organización social más fundamentadas en la democracia directa con un sistema de toma de decisiones con referéndums y asambleas de base. El diputado socialista cree que es un movimiento que puede funcionar en determinados momentos históricos y asegura que efectivamente el sistema de representación político 'es manifiestamente mejorable'.

Celso Delgado opina que es un movimiento para activar la sociedad, y en todo caso asegura que es necesaria una reflexión sobre la situación del sistema político, económico y social en la búsqueda de respuestas ante lo que define como 'la situación crítica que vivimos'.

Finalmente, Olaia Fernández Davila sí cree que existe una cierta desacreditación de la actividad política, pero también cree que hubo algunos medios de comunicación y ciertos partidos políticos que abonaron esas tesis. No obstante, la diputada del BNG cree que las conclusiones hay que sacarlas más adelante.

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