La conselleira de Sanidade, Pilar Farjas, defendió en Madrid que se aborden de manera conjunta políticas de moderación salarial para mantener el empleo en el ámbito sanitario e implantar medidas de austeridad como, según matizó, hizo el Gobierno gallego con la reducción del tres por ciento de los salarios de altos cargos y gerentes.
Los profesionales sanitarios son los principales actores de los servicios de salud, por ello en los presupuestos de la Consellería de Sanidade hemos destinado 1.614 millones de euros, que suponen un incremento del 3,74 sobre el presupuesto de 2009, destacó.
La conselleira intervino en la Comisión de Sanidad y Consumo del Senado en el marco de la ponencia del Estudio de las necesidades de recursos humanos en el Sistema Nacional de Salud (SNS). En su ponencia reiteró la necesidad de un liderazgo a nivel nacional en el sistema retributivo mediante el acuerdo de criterios básicos.
Farjas recalcó que la finalidad de las partidas presupuestarias de su departamento es garantizar la estabilidad en el trabajo de los profesionales sanitarios en el Servizo Galego de Saúde (Sergas).
SOLIDARIDAD
Al respecto, resaltó que se trata de un esfuerzo económico que exige por parte de los empleados del sistema la solidaridad con el resto de los trabajadores gallegos.
Solidaridad especial con aquellos que están negociando en sus empresas políticas de moderación salarial que les permitan mantener su estabilidad y, en concreto, con los que perdieron su puesto de trabajo y están en el paro, sostuvo.
Por ello, defendió la importancia de que la planificación sanitaria se realice para el conjunto del Estado y la necesidad de un liderazgo nacional en el sistema retributivo. Para la titular de Sanidade, estos temas deben abordarse desde una óptica de conjunto de las comunidades, según expuso en la comisión del Senado.
PLAN DE EXCELENCIA MIR
Tras defender unos presupuestos basados en criterios de austeridad y contención de gasto como única forma de garantizar la sostenibilidad y viabilidad del sistema, Farjas dijo que es necesario avanzar en políticas e instrumentos de coordinación como vía para garantizar unos derechos y una asistencia homogénea en todo el territorio.
Asimismo, la conselleira consideró oportuna la creación de un plan de Excelencia MIR que articule, coordine, impulse y ejecute iniciativas encaminadas a mejorar el aprendizaje de los futuros facultativos especialistas.
En este sentido, incidió en que en la formación especializada hay que abordar la calidad en la formación que reciben los profesionales y no tanto la cantidad. Además, apostó por replantear los programas formativos mediante la inclusión del concepto de troncalidad lo que permitirá, según dijo, mejorar la formación común y más flexibilidad de los profesionales, que contarían con más movilidad en las especialidades del mismo tronco.
Para ello, afirmó que el proceso de Bolonia ofrece una posibilidad única para poder encontrar soluciones y corregir fallos de planificación y previsión en los ratios de profesionales. Así, recalcó la importancia de afrontar la definición y el diseño de las necesidades, las funciones de cada profesional y de su papel en los centros. También subrayó que la disponibilidad de un registro nacional de profesionales facilitaría la planificación y la gestión de plazas de formación por comunidad autónoma.
OBSERVATORIO
Farjas apuntó, asimismo, la necesidad de constituir en el ámbito nacional un observatorio que analice la implantación, evolución y desarrollo de los diferentes modelos de carrera profesional con el fin de garantizar los principios de igualdad de oportunidades, libre circulación y movilidad de profesionales y no discriminación entre administraciones sanitarias, entre otros aspectos.
También abordó la importancia de implantar mejoras organizativas, mediante la introducción de nuevas tecnologías y de mecanismos que flexibilicen el sistema, como el deslizamiento de horarios, desarrollar la jubilación parcial o anticipada, o la adscripción por áreas integradas, entre otros asuntos.
La conselleira intervino en la Comisión de Sanidad y Consumo del Senado en el marco de la ponencia del Estudio de las necesidades de recursos humanos en el Sistema Nacional de Salud (SNS). En su ponencia reiteró la necesidad de un liderazgo a nivel nacional en el sistema retributivo mediante el acuerdo de criterios básicos.
Farjas recalcó que la finalidad de las partidas presupuestarias de su departamento es garantizar la estabilidad en el trabajo de los profesionales sanitarios en el Servizo Galego de Saúde (Sergas).
SOLIDARIDAD
Al respecto, resaltó que se trata de un esfuerzo económico que exige por parte de los empleados del sistema la solidaridad con el resto de los trabajadores gallegos.
Solidaridad especial con aquellos que están negociando en sus empresas políticas de moderación salarial que les permitan mantener su estabilidad y, en concreto, con los que perdieron su puesto de trabajo y están en el paro, sostuvo.
Por ello, defendió la importancia de que la planificación sanitaria se realice para el conjunto del Estado y la necesidad de un liderazgo nacional en el sistema retributivo. Para la titular de Sanidade, estos temas deben abordarse desde una óptica de conjunto de las comunidades, según expuso en la comisión del Senado.
PLAN DE EXCELENCIA MIR
Tras defender unos presupuestos basados en criterios de austeridad y contención de gasto como única forma de garantizar la sostenibilidad y viabilidad del sistema, Farjas dijo que es necesario avanzar en políticas e instrumentos de coordinación como vía para garantizar unos derechos y una asistencia homogénea en todo el territorio.
Asimismo, la conselleira consideró oportuna la creación de un plan de Excelencia MIR que articule, coordine, impulse y ejecute iniciativas encaminadas a mejorar el aprendizaje de los futuros facultativos especialistas.
En este sentido, incidió en que en la formación especializada hay que abordar la calidad en la formación que reciben los profesionales y no tanto la cantidad. Además, apostó por replantear los programas formativos mediante la inclusión del concepto de troncalidad lo que permitirá, según dijo, mejorar la formación común y más flexibilidad de los profesionales, que contarían con más movilidad en las especialidades del mismo tronco.
Para ello, afirmó que el proceso de Bolonia ofrece una posibilidad única para poder encontrar soluciones y corregir fallos de planificación y previsión en los ratios de profesionales. Así, recalcó la importancia de afrontar la definición y el diseño de las necesidades, las funciones de cada profesional y de su papel en los centros. También subrayó que la disponibilidad de un registro nacional de profesionales facilitaría la planificación y la gestión de plazas de formación por comunidad autónoma.
OBSERVATORIO
Farjas apuntó, asimismo, la necesidad de constituir en el ámbito nacional un observatorio que analice la implantación, evolución y desarrollo de los diferentes modelos de carrera profesional con el fin de garantizar los principios de igualdad de oportunidades, libre circulación y movilidad de profesionales y no discriminación entre administraciones sanitarias, entre otros aspectos.
También abordó la importancia de implantar mejoras organizativas, mediante la introducción de nuevas tecnologías y de mecanismos que flexibilicen el sistema, como el deslizamiento de horarios, desarrollar la jubilación parcial o anticipada, o la adscripción por áreas integradas, entre otros asuntos.