En el Consello de la Xunta en el que se aprobó el anteproyecto de ley de los presupuestos de Galicia para el año 2013, los funcionarios volvieron a capitalizar la rueda de prensa posterior a la celebración de la reunión del Ejecutivo gallego. Con unas cuentas restrictivas a niveles similares a 2006 y fiando la gestión al cumplimiento del objetivo de déficit, tanto el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, y la conselleira de Facenda, Elena Muñoz, se esforzaron por disimular el recorte que sufrirán los funcionarios de un 4% en su nómina y en hablar de unas cuentas 'realistas y prudentes' sin tocar los ingresos.
Con mucho 'power point' sobre cifras macroeconómicas y sin entrar en la letra pequeña hasta que hoy sean entregados los Orzamentos en el Parlamento para poder desgranar las partidas, el Gobierno gallego ofreció unas cifras generales que ya se sabían. El gasto no financiero se sitúa en 8.479 millones de euros, un 2,5% menos que el gasto ajustado de 2012, y que destinará el 77,1% de los fondos a los servicios públicos fundamentales como 'educación, sanidade e servizos sociais'. El gasto por el pago de deuda será de 299,3 millones, un 10,1% más.
Las cuentas para 2013 fijan, de este modo, un gasto que es inferior en 222 millones de euros al ajustado del ejercicio que ahora termina. La cuantía finalmente disponible en 2012 fue de 8.701 millones de euros, frente a los 9.135 millones aprobados en un inicio. Esta cuantía se vio afectada por posteriores recortes, dado que las cuentas se elaboraron sin que se hubiesen concretado las transferencias del Estado. Si se tiene en cuenta esta cifra inicial, la caída es del 7,2%. Con los números presentados ayer, el Gobierno gallego sitúa las cuentas para el año próximo solo dos millones por debajo del techo de gasto que tenía permitido por el Parlamento (8.481 millones).
Pero con unos 300 trabajadores públicos manifestándose en la calle, tanto el presidente de la Xunta como la conselleira de Facenda recurrieron a una medida estrella para 'agradecer el esfuerzo': los funcionarios que lo deseen podrán solicitar la mitad de la paga extra de verano que les será ingresada en el mes de enero, que supodría una cantidad de 65 millones si todos la solicitan. Para los funcionario, por boca de José Francisco Sánchez-Brunete, secretario de acción sindicar del CSIF, la 'medida de la Xunta o es una tomadura de pelo o nuestros gobernantes no se saben la legislación, y no sé qué es más grave'. Sánchez-Brunete, además de denunciar con la CIG que los recortes 'no son progresivos', le recuerda a la Xunta que 'los trabajadores públicos pueden desde hace tiempo solicitar un adelanto de dos meses líquidos que tendrán que ser devueltos en 14 meses sin intereses y no jugar con una paga que es suya y no saben si van a tener por la decisión que tome Rajoy '.
Las cuentas para 2013 fijan, de este modo, un gasto que es inferior en 222 millones de euros al ajustado del ejercicio que ahora termina. La cuantía finalmente disponible en 2012 fue de 8.701 millones de euros, frente a los 9.135 millones aprobados en un inicio. Esta cuantía se vio afectada por posteriores recortes, dado que las cuentas se elaboraron sin que se hubiesen concretado las transferencias del Estado. Si se tiene en cuenta esta cifra inicial, la caída es del 7,2%. Con los números presentados ayer, el Gobierno gallego sitúa las cuentas para el año próximo solo dos millones por debajo del techo de gasto que tenía permitido por el Parlamento (8.481 millones).
Pero con unos 300 trabajadores públicos manifestándose en la calle, tanto el presidente de la Xunta como la conselleira de Facenda recurrieron a una medida estrella para 'agradecer el esfuerzo': los funcionarios que lo deseen podrán solicitar la mitad de la paga extra de verano que les será ingresada en el mes de enero, que supodría una cantidad de 65 millones si todos la solicitan. Para los funcionario, por boca de José Francisco Sánchez-Brunete, secretario de acción sindicar del CSIF, la 'medida de la Xunta o es una tomadura de pelo o nuestros gobernantes no se saben la legislación, y no sé qué es más grave'. Sánchez-Brunete, además de denunciar con la CIG que los recortes 'no son progresivos', le recuerda a la Xunta que 'los trabajadores públicos pueden desde hace tiempo solicitar un adelanto de dos meses líquidos que tendrán que ser devueltos en 14 meses sin intereses y no jugar con una paga que es suya y no saben si van a tener por la decisión que tome Rajoy '.
