El líder del PP gallego y candidato a las próximas autonómicas del 1 de marzo, Alberto Núñez Feijóo, se mostró partidario de que la Xunta se apriete el cinturón al igual que todas las familias gallegas y, para ello, se comprometió a reducir a diez el número de consellerías --que actualmente cuenta con 13 departamentos-y a cinco los delegados del Gobierno gallego, que ubicará en las cuatro capitales de provincia y en la ciudad de Vigo.
Estas son dos de las primeras medidas que pondrá en marcha si se impone el domingo electoral, con las que estima un ahorro de entre tres y cinco millones de euros y que enmarcó en un plan de austeridad más amplio con el que busca rebajar en 100 millones los gastos burocráticos de la Xunta.
Así, prometió reducir en un 25 por ciento el número de consellerías, convencido de que la fusión de algunas de ellas no afectará a su eficiencia sino que, por el contrario, favorecerá su agilidad. No obstante, no concretó cuáles de las actuales desaparecerán ya que prefirió conseguir el gobierno primero antes de dar a conocer su organigrama.
También calculó que será posible disminuir en un 40 por ciento el número de altos cargos a través de la supresión de la figura de los delegados provinciales de las distintas consellerías -en la actualidad existen 52--. En su lugar, el PPdeG propone nombrar un único delegado de toda la Xunta en las cuatro provincias y, a mayores, otro en Vigo, la ciudad más populosa de Galicia.
MOMENTO EXCEPCIONAL
Feijóo hizo este anuncio a tres días de que termine la campaña, durante un acto en el Mercado municipal de Lugo en el que la propietaria de uno de los puestos se lamentó de lo flojillo de la mañana. El popular puso esto como ejemplo de la escasa afluencia de los gallegos a los mercados por las dificultades económicas y, así, justificó la necesidad de poner en marcha el plan de austeridad para dar respuesta momento excepcional que ha provocado la crisis.
El popular resaltó la importancia de este plan de austeridad real, riguroso y concreto que se comprometió a poner en marcha si gana la Xunta, a diferencia de socialistas y nacionalistas, que, en su opinión, no pueden adelantar cuál será su propuesta de organización del Gobierno gallego porque tendrán que negociarlo después de las elecciones.
Tras sentenciar que la austeridad será la guía permanente de su gobierno, erigió su propuesta en la demostración de que otra forma de gobernar es posible. Así, garantizó que inculcará entre su equipo de gobierno la cultura de la escasez y del rigor, que basó en mantener el gasto social y ahorrar de lo prescindible.
A su entender, este modelo es obligado en la actualidad dada la crudeza de la crisis y el incremento del número de parados, que, matizó, no son estadísticas sino nombres y apellidos. Al respecto, indicó que si hoy se conociera la cifra de paro se podría comprobar que ya supera los 210.000 en Galicia y que la tasa de paro registrado, en función de los demandantes de empleo, sería del 16 por ciento.
Así, prometió reducir en un 25 por ciento el número de consellerías, convencido de que la fusión de algunas de ellas no afectará a su eficiencia sino que, por el contrario, favorecerá su agilidad. No obstante, no concretó cuáles de las actuales desaparecerán ya que prefirió conseguir el gobierno primero antes de dar a conocer su organigrama.
También calculó que será posible disminuir en un 40 por ciento el número de altos cargos a través de la supresión de la figura de los delegados provinciales de las distintas consellerías -en la actualidad existen 52--. En su lugar, el PPdeG propone nombrar un único delegado de toda la Xunta en las cuatro provincias y, a mayores, otro en Vigo, la ciudad más populosa de Galicia.
MOMENTO EXCEPCIONAL
Feijóo hizo este anuncio a tres días de que termine la campaña, durante un acto en el Mercado municipal de Lugo en el que la propietaria de uno de los puestos se lamentó de lo flojillo de la mañana. El popular puso esto como ejemplo de la escasa afluencia de los gallegos a los mercados por las dificultades económicas y, así, justificó la necesidad de poner en marcha el plan de austeridad para dar respuesta momento excepcional que ha provocado la crisis.
El popular resaltó la importancia de este plan de austeridad real, riguroso y concreto que se comprometió a poner en marcha si gana la Xunta, a diferencia de socialistas y nacionalistas, que, en su opinión, no pueden adelantar cuál será su propuesta de organización del Gobierno gallego porque tendrán que negociarlo después de las elecciones.
Tras sentenciar que la austeridad será la guía permanente de su gobierno, erigió su propuesta en la demostración de que otra forma de gobernar es posible. Así, garantizó que inculcará entre su equipo de gobierno la cultura de la escasez y del rigor, que basó en mantener el gasto social y ahorrar de lo prescindible.
A su entender, este modelo es obligado en la actualidad dada la crudeza de la crisis y el incremento del número de parados, que, matizó, no son estadísticas sino nombres y apellidos. Al respecto, indicó que si hoy se conociera la cifra de paro se podría comprobar que ya supera los 210.000 en Galicia y que la tasa de paro registrado, en función de los demandantes de empleo, sería del 16 por ciento.