El fiscal pide 13 años para el acusado de violar a una disminuida

Los padres de una joven pontevedresa con un 72% de discapacidad manifestaron ayer que denunciaron a su vecino por violar a su hija varias veces para que esas visitas no 'se convirtieran en una costumbre'. 'El lado más oscuro de nuestra sociedad', así definió ayer el fiscal jefe de la Audiencia de Pontevedra, Juan Carlos Aladro, al caso que sentó en el banquillo de la Sección Segunda a un vecino de Dozón acusado por una joven discapacitada de haberla violado, y para el que el Ministerio Público pide 13 años de prisión.
Los hechos supuestamente tuvieron lugar hace tres años. Según el relato de los padres, la joven fue abordada por su vecino cuando estaba sola en la vivienda, mientras ellos habían salido con las vacas. Al llegar a casa la madre, estaba sonando el teléfono, lo descolgó y era un agente de la Guardia Civil respondiendo a la llamada que minutos antes acababa de hacer la joven para denunciar la violación. La madre sorprendida por lo que le estaban contando desistió de presentar denuncia alegando que su hija padecía una minusvalía.

Pero días más tarde, tras comprobar que no estaba embarazada, formularon denuncia al temer que estas visitas 'se convirtieran en costumbre'.

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