Los familiares que declararon ayer en la Audiencia de Pontevedra en el juicio contra F.C.V. por varios abusos contra su sobrina cometidos cuando esta era una niña en Agolada y Canarias, por los que la Fiscalía pide 37 años de cárcel, dudaron de la versión de esta. El caso parte de una denuncia de la joven en 2009, cuando residía en Tenerife, según la cual su tío abusó por primera vez de ella en 1994, cuando ella contaba cuatro años y él 16, aprovechando la cercanía familiar. A este caso se sumarían otros posteriores cuando la niña tenía seis, ocho, nueve, 11 y 12 años y una última vez en 2004, en los que los agresiones relata
por varios abusos contra su sobrina cometidos cuando esta era una niña en Agolada y Canarias, por los que la Fiscalía pide 37 años de cárcel, dudaron de la versión de esta. El caso parte de una denuncia de la joven en 2009, cuando residía en Tenerife, según la cual su tío abusó por primera vez de ella en 1994, cuando ella contaba cuatro años y él 16, aprovechando la cercanía familiar. A este caso se sumarían otros posteriores cuando la niña tenía seis, ocho, nueve, 11 y 12 años y una última vez en 2004, en los que los agresiones relatadas incluían la penetración.
En la vista, el acusado negó los hechos y achacó la denuncia a tres posibles causas: una venganza contra su abuela, con quien convivió de adolescente una temporada tras la muerte de su madre y que la acabó echando de casa, una represalia similar por un conflicto entre el acusado y otro familiar, o un tercer escenario según el cual sería el propio padre de la víctima el culpable de algún abuso y esta habría querido 'remitirlo a otra persona'.
La vista comenzó con la renuncia de la acusación particular y el interrogatorio de la víctima, que se hizo a puerta cerrada; el fiscal del caso comentó al término de la sesión que esta ni negó ni se reafirmó en las acusaciones, sino que dijo que no 'recordaba'.
Tras esto vinieron las declaraciones de los testigos, casi todos familiares de ambos. Una de las tías de la presunta víctima -hermana del acusado- relató que se enteró de los hechos después de que un profesor de defensa personal relatase una actitud 'extraña' de la joven en una clase y aseguró que habló con ella y después contactó con los familiares.
'Nadie daba crédito' a la versión de la joven, según su tía, que dijo que ella misma tenía dudas y por ello hasta esta misma semana la propia joven 'persiguió' a su propio abogado para intentar que la causa no llegase a juicio. 'Los cinco hermanos han tenido una infancia muy difícil, ella estaba con una depresión tremenda y en tratamiento psicológico', trató de justificar esta familiar. Otra tía y su prima relataron que la víctima les preguntó en su momento si esta había sido sometida a abusos por el acusado, algo que ambas negaron.
PRUEBA DE CARGO
La prueba de cargo principal, además del testimonio matizado de la víctima, era un informe pericial psicológico realizado en Tenerife cuando se denunciaron los hechos, firmado por dos expertos que declararon por videoconferencia y se ratificaron en sus conclusiones de que la ansiedad y depresión que mostraba la joven y los varios test que le practicaron avalaban su versión.
Terminados los testimonios, el fiscal elevó sus conclusiones provisionales a definitivas, por lo que mantuvo la petición de condena. El trámite de los informes de las partes se pospuso para otro día.
En la vista, el acusado negó los hechos y achacó la denuncia a tres posibles causas: una venganza contra su abuela, con quien convivió de adolescente una temporada tras la muerte de su madre y que la acabó echando de casa, una represalia similar por un conflicto entre el acusado y otro familiar, o un tercer escenario según el cual sería el propio padre de la víctima el culpable de algún abuso y esta habría querido 'remitirlo a otra persona'.
La vista comenzó con la renuncia de la acusación particular y el interrogatorio de la víctima, que se hizo a puerta cerrada; el fiscal del caso comentó al término de la sesión que esta ni negó ni se reafirmó en las acusaciones, sino que dijo que no 'recordaba'.
Tras esto vinieron las declaraciones de los testigos, casi todos familiares de ambos. Una de las tías de la presunta víctima -hermana del acusado- relató que se enteró de los hechos después de que un profesor de defensa personal relatase una actitud 'extraña' de la joven en una clase y aseguró que habló con ella y después contactó con los familiares.
'Nadie daba crédito' a la versión de la joven, según su tía, que dijo que ella misma tenía dudas y por ello hasta esta misma semana la propia joven 'persiguió' a su propio abogado para intentar que la causa no llegase a juicio. 'Los cinco hermanos han tenido una infancia muy difícil, ella estaba con una depresión tremenda y en tratamiento psicológico', trató de justificar esta familiar. Otra tía y su prima relataron que la víctima les preguntó en su momento si esta había sido sometida a abusos por el acusado, algo que ambas negaron.
PRUEBA DE CARGO
La prueba de cargo principal, además del testimonio matizado de la víctima, era un informe pericial psicológico realizado en Tenerife cuando se denunciaron los hechos, firmado por dos expertos que declararon por videoconferencia y se ratificaron en sus conclusiones de que la ansiedad y depresión que mostraba la joven y los varios test que le practicaron avalaban su versión.
Terminados los testimonios, el fiscal elevó sus conclusiones provisionales a definitivas, por lo que mantuvo la petición de condena. El trámite de los informes de las partes se pospuso para otro día.
