El grupo de rescate de mamíferos marinos Gremmar ha detectado la presencia de lobomicosis, una bacteria 'muy dañina incluso para los humanos', en la piel de dos ejemplares de delfín mular varados en las costas de Galicia, concretamente en la ría de Pontevedra. Antonio Folgar, biólogo del Gremmar, explicó que 'sorprende bastante' la presencia de esta bacteria 'por estas latitudes', ya que los focos de contagio estaban hasta ahora localizados en áreas de selva tropical como el Amazonas o el sudeste asiático, si bien se han reportado casos en la costa de Florida.
Dos de los 23 delfines que en lo que va de año han sido hallados muertos en las costas gallegas presentaban 'grandes manchas' que ocupaban 'hasta el 85 por ciento' de su piel como 'una especie de grandes sabañones', si bien el Gremmar desliga la infección al fallecimiento de los animales. Folgar explicó que la lobomicosis se transmite 'por contacto o a través de una herida', aunque consideró 'poco probable' que la colonia de delfines en Galicia haya tenido contacto con ejemplares procedentes de zonas tropicales.
Habló de 'posibles transmisores circunstanciales' y se remitió al caso de la muerte masiva por la transmisión de la conocida como enfermedad del moquillo de focas en las zonas del Báltico, Escocia y Francia que entraron en contacto con perros afectados. Por lo demás, Antonio Folgar consideró unas 'cifras normales' los 23 delfines, la mayoría mulares, además de cuatro marsopas y tres focas grises, hallados muertos en lo que va de año entre las localidades de Corrubedo y A Guarda.
Explicó que todos los años suele haber una cantidad similar de varamientos habida cuenta de la 'numerosa' población fija de delfines en aguas gallegas, y añadió que las causas son muy variadas, desde la muerte accidental al ataque de otros animales. A la espera de cerrar otro informe en la zona norte, el Gremmar calcula que puede haber una cifra parecida de mamíferos marinos varados. Hizo hincapié en que 'un número importante' de muertes de delfines está relacionada con la actividad pesquera, 'pero hay más causas'.
Habló de 'posibles transmisores circunstanciales' y se remitió al caso de la muerte masiva por la transmisión de la conocida como enfermedad del moquillo de focas en las zonas del Báltico, Escocia y Francia que entraron en contacto con perros afectados. Por lo demás, Antonio Folgar consideró unas 'cifras normales' los 23 delfines, la mayoría mulares, además de cuatro marsopas y tres focas grises, hallados muertos en lo que va de año entre las localidades de Corrubedo y A Guarda.
Explicó que todos los años suele haber una cantidad similar de varamientos habida cuenta de la 'numerosa' población fija de delfines en aguas gallegas, y añadió que las causas son muy variadas, desde la muerte accidental al ataque de otros animales. A la espera de cerrar otro informe en la zona norte, el Gremmar calcula que puede haber una cifra parecida de mamíferos marinos varados. Hizo hincapié en que 'un número importante' de muertes de delfines está relacionada con la actividad pesquera, 'pero hay más causas'.
