Un homenaje a la lucha contra la droga reunirá en el Pazo de Baión a protagonistas como Garzón, Bueren y Carmen Avendaño

Transcurridos poco más de 18 años desde que el juez Baltasar Garzón y el fiscal antidroga Javier Zaragoza descabezasen a las mafias gallegas del narcotráfico en la 'Operación Nécora' y 14 años desde que un grupo de madres encabezadas por Carmen Avendaño reclamasen la confiscación del Pazo de Baión para los colectivos antidroga, estos protagonistas de la lucha contra la droga coincidirán el próximo 23 de julio en un homenaje a la batalla social para erradicar esta lacra.
La Consellería de Sanidade prepara para ese día un acto multitudinario para rendir homenaje a las figuras más conocidas en la lucha contra el narcotráfico, pero también a los héroes y heroínas anónimos que ayudaron a ganar batallas en la guerra contra las drogas.

Todos ellos coincidirán en un escenario cargado de simbolismo, el Pazo de Baión, la bandera del poder del 'narco' Laureano Oubiña que fue embargado por los jueces Baltasar Garzón y Carlos Bueren en 1995 para responder de una multa de más de 15 millones de euros que se le impuso en el juicio de la 'operación Nécora'.

Ambos magistrados están invitados, junto a otras personalidades como el ex presidente del Gobierno Felipe González y un millar de personas más, al acto que pretende celebrar la devolución a la sociedad civil del Pazo de Baión, ahora propiedad de la cooperativa cambadesa Condes de Albarei, que invertirá el 5% de los ingresos que le dé la explotación de las fincas en proyectos de prevención y rehabilitación de drogodependientes.

AUTORIDADES.

Autoridades como el ministro de Sanidad, Bernat Soria, o el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, homenajearán a quienes pugnaron contra los narcotraficantes junto a miembros de colectivos antidroga como Erguete --fundado por Carmen Avendaño-- o la Fundación Galega contra o Narcotráfico, víctimas de las drogas o miembros de las fuerzas de seguridad que luchan contra los delitos relacionados con los estupefacientes.

Tras su incautación a los Oubiña, el Pazo de Baión pasó al Plan Nacional sobre Drogas, que lo alquiló a Freixenet hasta que se celebró la subasta que lo otorgó definitivamente a Condes de Albarei, pese a las diversas vicisitudes que atravesó el proceso. Así, las dos hijas de Oubiña recurrieron ante el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo para intentar paralizar la subasta porque, según alegaron, podría lesionar sus derechos como herederas de Esther Lago, fallecida en un accidente de tráfico en 2001.

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