Si el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, piensa hacer coincidir las próximas elecciones gallegas con las autonómicas del País Vázco, hoy es la última fecha que tiene disponible.
Según establece la ley electoral, el presidente autonómico tiene la facultad de convocar los comicios de la comunidad. La fecha de las elecciones, así como la disolución del Parlamento gallego, deberá concretarla con 54 días de antelación.
El límite de esos 54 días se cumple mañana, que es cuando debería aparecer publicada la disolución de la Cámara gallega y la convocatoria electoral.
Sea cual sea la decisión de Feijóo, tendrá diversas lecturas, tanto para su formación política como para las otras que optan por concurrir a los comicios autonómicos. Para el PPdeG, un adelanto al 21 de octubre frustrará su proyecto de reducir de 75 a 61 los escaños de la Cámara gallega, reducción que oposición y analistas coinciden en señalar que beneficiará al partido que lidera Feijóo.
El adelanto también frustraría las primarias en el PSdeG, fijadas para el 6 de octubre, y sorprendería a los socialistas sin un candidato a la presidencia y en pleno debate sobre las opociones de de Pachi Vázquez, José Blanco o Caamaño.
La fecha del 21 de octubre sorprendería a los nacionalistas fragmentados e impediría que Mario Conde consolide el partido que impulsa, Sociedad Civil y Democracia, que celebrará el congreso para elegir a su presidente el próximo día 6 de octubre en Madrid y que tenía como uno de sus objetivos participar en los próximos comicios gallegos.
Lo que sí parece descartado es que se puedan celebrar en noviembre, pues en estos momentos sería difícil explicar que se asumiera el coste de dos convocatorias electorales en un mes.
La semana pasada Feijóo pareció inclinarse por agotar la legislatura, al solicitar que se habilitara el parlamento en agosto para activar la comisión de investigación de las cajas. Sin embargo en el PP no prestan excesivo valor a esta decisión y ayer mismo el portavoz parlamentario Pedro Puy , señalaba que celebrar las elecciones en octubre sería un 'adelanto técnico' para 'acomodar el calendario electoral a las circunstancias de momento' y señaló que, de producirse el anuncio, Núñez Feijóo, 'no rompe ningún compromiso'.
El límite de esos 54 días se cumple mañana, que es cuando debería aparecer publicada la disolución de la Cámara gallega y la convocatoria electoral.
Sea cual sea la decisión de Feijóo, tendrá diversas lecturas, tanto para su formación política como para las otras que optan por concurrir a los comicios autonómicos. Para el PPdeG, un adelanto al 21 de octubre frustrará su proyecto de reducir de 75 a 61 los escaños de la Cámara gallega, reducción que oposición y analistas coinciden en señalar que beneficiará al partido que lidera Feijóo.
El adelanto también frustraría las primarias en el PSdeG, fijadas para el 6 de octubre, y sorprendería a los socialistas sin un candidato a la presidencia y en pleno debate sobre las opociones de de Pachi Vázquez, José Blanco o Caamaño.
La fecha del 21 de octubre sorprendería a los nacionalistas fragmentados e impediría que Mario Conde consolide el partido que impulsa, Sociedad Civil y Democracia, que celebrará el congreso para elegir a su presidente el próximo día 6 de octubre en Madrid y que tenía como uno de sus objetivos participar en los próximos comicios gallegos.
Lo que sí parece descartado es que se puedan celebrar en noviembre, pues en estos momentos sería difícil explicar que se asumiera el coste de dos convocatorias electorales en un mes.
La semana pasada Feijóo pareció inclinarse por agotar la legislatura, al solicitar que se habilitara el parlamento en agosto para activar la comisión de investigación de las cajas. Sin embargo en el PP no prestan excesivo valor a esta decisión y ayer mismo el portavoz parlamentario Pedro Puy , señalaba que celebrar las elecciones en octubre sería un 'adelanto técnico' para 'acomodar el calendario electoral a las circunstancias de momento' y señaló que, de producirse el anuncio, Núñez Feijóo, 'no rompe ningún compromiso'.
