Un tetrapléjico lucense anunció el inicio de acciones contra el banco Bankinter por considerar que le hizo perder 150.000 euros al haber llevado a cabo inversiones contra su voluntad en la financiera estadounidense Lehman Brothers, que en septiembre pasado se declaró en quiebra.
Diego Moldes Soto, de 25 años, casado y con dos hijos, indicó que en abril de 2004, cuando regresó a su domicilio de la localidad lucense de San Vicente del Burgo chocó con el vehículo en el que viajaba contra un árbol derribado sobre la calzada de una vía de la Diputación de Lugo.
Como consecuencia del accidente permaneció ingresado ocho meses en un hospital coruñés y salió tetraplégico, por lo que desde entonces utiliza para moverse una silla de ruedas.
Como consecuencia del accidente y tras presentar una demanda, recibió compensaciones por valor de 600.000 euros tras una sentencia que condenó a la Diputación de Lugo,
Parte de la indemnización la destinó a la compra de un piso para hacer frente a sus limitaciones físicas y el resto lo depositó en Bankinter para invertirlo en algo seguro, donde no me tuviera que romper la cabeza y nada de jugar en bolsa o cosas de esas, explicó.
Indicó que tras confiar en la entidad bancaria, firmó un documento en blanco sin preocuparse del dinero, hasta que en septiembre un familiar le preguntó si tenía inversiones en Lehman Brothers.
Su sorpresa llegó cuando contactó con la persona de su confianza en el banco, Oscar Varela, quien le informó de que en efecto había perdido los 150.000 euros que había invertido en la entidad financiera estadounidense.
Su abogado, José Luís Fiuza, aclaró que tras tener conocimiento de las inversiones solicitaron a Bankinter todos los documentos que su cliente hubiera podido firmar.
El letrado dijo que se puede comprobar que el documento no estaba totalmente cubierto en el momento de la firma, sino que se ve que otros aspectos se cubren posteriormente con otra letra y otra tinta.
Además se hace constar que se compraron bonos, cuando la realidad es que no fueron bonos, sino otro producto que se llama 'preferentes', apostilló.
Esta última circunstancia lesiona todavía más los intereses de su patrocinado, ya que los preferentes junto con los accionistas son los últimos en recobrar algo.
Moldes Soto afirmó que quiere recuperar el dinero, junto con los intereses, y afirmó que lo confió a Bankinter con el único requisito de seguridad total y absoluta.
Añadió que en lugar de eso, la inversión se hizo en un producto que de seguro poco tenía.
De momento, Moldes Soto ha iniciado acciones extrajudiciales mediante un requerimiento al banco, pero advirtió de que, en caso de no responder, llevará a cabo reclamaciones ante el defensor del cliente y la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
Si las iniciativas ante estas instancias que no tienen facultad ejecutiva no resultan el efecto deseado, el letrado indicó que su intención es acudir al juzgado correspondiente.
Como consecuencia del accidente permaneció ingresado ocho meses en un hospital coruñés y salió tetraplégico, por lo que desde entonces utiliza para moverse una silla de ruedas.
Como consecuencia del accidente y tras presentar una demanda, recibió compensaciones por valor de 600.000 euros tras una sentencia que condenó a la Diputación de Lugo,
Parte de la indemnización la destinó a la compra de un piso para hacer frente a sus limitaciones físicas y el resto lo depositó en Bankinter para invertirlo en algo seguro, donde no me tuviera que romper la cabeza y nada de jugar en bolsa o cosas de esas, explicó.
Indicó que tras confiar en la entidad bancaria, firmó un documento en blanco sin preocuparse del dinero, hasta que en septiembre un familiar le preguntó si tenía inversiones en Lehman Brothers.
Su sorpresa llegó cuando contactó con la persona de su confianza en el banco, Oscar Varela, quien le informó de que en efecto había perdido los 150.000 euros que había invertido en la entidad financiera estadounidense.
Su abogado, José Luís Fiuza, aclaró que tras tener conocimiento de las inversiones solicitaron a Bankinter todos los documentos que su cliente hubiera podido firmar.
El letrado dijo que se puede comprobar que el documento no estaba totalmente cubierto en el momento de la firma, sino que se ve que otros aspectos se cubren posteriormente con otra letra y otra tinta.
Además se hace constar que se compraron bonos, cuando la realidad es que no fueron bonos, sino otro producto que se llama 'preferentes', apostilló.
Esta última circunstancia lesiona todavía más los intereses de su patrocinado, ya que los preferentes junto con los accionistas son los últimos en recobrar algo.
Moldes Soto afirmó que quiere recuperar el dinero, junto con los intereses, y afirmó que lo confió a Bankinter con el único requisito de seguridad total y absoluta.
Añadió que en lugar de eso, la inversión se hizo en un producto que de seguro poco tenía.
De momento, Moldes Soto ha iniciado acciones extrajudiciales mediante un requerimiento al banco, pero advirtió de que, en caso de no responder, llevará a cabo reclamaciones ante el defensor del cliente y la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
Si las iniciativas ante estas instancias que no tienen facultad ejecutiva no resultan el efecto deseado, el letrado indicó que su intención es acudir al juzgado correspondiente.
