El fiscal solicitó ayer la retirada del carné de conducir durante dos años y una multa de 3.600 euros para José Luis Pascual, actual asesor del ministro de Economía, Luis de Guindos, por conducir bajo los efectos del alcohol, durante unas navidades en Vigo, de donde es su mujer.
El juicio, celebrado ayer en el Penal número 2 fue una sesión atípica que comenzó sin el imputado pero finalizó con su presencia. El que fuera también director general de Política Económica accedió tarde a la sala ya que según dijo se confundió de piso, se le cayó el móvil y no pudo contactar con su abogado.El fiscal considera que la noche del 27 de diciembre de 2009 y tras haber acudido a una cena con su mujer, donde bebió vino y champán, el imputado condujo su vehículo hasta Arenal, donde lo dejó mal estacionado. Según el testimonio de los agentes, ellos vieron cómo el acusado aparcaba el vehículo y al salir presentaba claros síntomas de haber ingerido alcohol. Una hora y media más tarde se le sometió a la prueba, que dio positivo. Si bien en aquel momento, no se había establecido límite penal, la denuncia se basó en los síntomas percibidos por los policías.
Por su parte, el acusado reconoció haber ido a una cena en la ciudad con su mujer, también exdirectora general, y que allí bebió algo de vino. Afirmó que tras la cena, el coche lo condujo ella precisamente porque no tomó alcohol. Fue al dejar el vehículo aparcado en Areal, cuando se nos acercó la Policía. Ya estábamos fuera del coche y un agente me dijo que lo retirara porque estaba mal estacionado. Yo le dije que lo haría cuando retiraran todos los demás. Fue entonces cuando me llamó payaso y me amenazó con hacerme la prueba de alcoholemia, que una hora y media después me hizo tras esposarme.
Por su parte, el acusado reconoció haber ido a una cena en la ciudad con su mujer, también exdirectora general, y que allí bebió algo de vino. Afirmó que tras la cena, el coche lo condujo ella precisamente porque no tomó alcohol. Fue al dejar el vehículo aparcado en Areal, cuando se nos acercó la Policía. Ya estábamos fuera del coche y un agente me dijo que lo retirara porque estaba mal estacionado. Yo le dije que lo haría cuando retiraran todos los demás. Fue entonces cuando me llamó payaso y me amenazó con hacerme la prueba de alcoholemia, que una hora y media después me hizo tras esposarme.
