JUICIO

El ladrón confeso del Códice, en el banquillo tres años después

Tres acusados y 60 testigos inician hoy en Santiago un macroproceso que durará tres semanas

José Manuel Fernández Castiñeiras, exelectricista de la Catedral de Santiago, se sentará hoy en el banquillo en Santiago para ser juzgado por el robo del Códice, macroproceso que se abre tres años y medio después de la desaparición del manuscrito medieval de la basílica compostelana y que llevará a los juzgados de Fontiñas a tres acusados y más de 60 testigos.

Este juicio romperá el silencio que Fernández Castiñeiras mantiene sobre este robo desde que, tras su detención en julio de 2012, confesase ser el ladrón del Códice, que había sido sustraído del archivo catedralicio un año antes. En el banquillo, el exelectricista estará acompañado por su mujer y por su hijo, también acusados. Castiñeiras, que durante décadas trabajó como electricista en la Catedral, sustrajo el Códice de la caja fuerte en la que se encontraba en los primeros días de julio de 2011.

Fernández Castiñeiras llevaba, según la investigación del caso, años sustrayendo objetos y dinero de distintas dependencias de la Catedral. El juez instructor, José Antonio Vázquez Taín, consideró en su momento que los robos se intensificaron motivados por "venganza" y que, tras prescindir de sus servicios y sentirse traicionado por el entonces deán de la Catedral, José María Díaz, Fernández Castiñeiras decidió robar y esconder el Códice Calixtino para hacer daño. Las cantidades sustraídas suman además 2.546.679 euros desde agosto de 2000 al primer semestre de 2012.



documento de gran valor

En julio de 2011 la sociedad gallega se despertaba con la noticia de que el Códice Calixtino, uno de los manuscritos medievales de más valor de la Catedral, había desaparecido. Las investigaciones apuntaban a que el robo se había producido días antes y que en él no se había empleado violencia, sino que el ladrón había abierto la caja fuerte.

Las teorías que circularon durante los meses siguientes apuntaban a un robo por encargo orquestado supuestamente por un coleccionista internacional de arte o ladrón de incunables que habría sacado ya el manuscrito del país y que podría haberlo vendido. Sin embargo, quien confesó el robo fue Manuel Fernández Castiñeiras. El Códice, en perfecto estado, fue recuperado el 4 de julio de 2012 en un trastero de su propiedad en la localidad de O Milladoiro, a pocos kilómetros de Santiago.

El Ministerio Fiscal acusa a José Manuel Fernández Castiñeiras de ser autor de un delito continuado de robo con fuerza, un delito contra la intimidad, otro delito de robo con fuerza y un delito de blanqueo de capitales por los que pide que sea condenado a quince años de prisión y multa de 300.000 euros.

Para los otros dos acusados solicita un año y medio de prisión y multa de 300.000 euros como autores de un delito de blanqueo de capitales o seis meses de prisión si se les considera culpables de un delito de receptación. En cuanto a la responsabilidad civil, solicita el Ministerio público que el principal acusado indemnice a la Catedral en más de dos millones de euros.

Por su parte, la acusación particular, ejercida por la Catedral de Santiago, solicita para Castiñeiras penas que suman 31 años de prisión por un delito de robo continuado con fuerza, otro de robo con fuerza por llevarse el Códice, seis delitos contra la intimidad y otro de blanqueo. Para la mujer e hijo del exelectricista de la Catedral pide siete años de prisión por el delito de blanqueo de capitales para cada uno de ellos.

Los imputados declararán el martes 20, y el día 21 está prevista la declaración de José María Díaz, que ocupaba el cargo de deán de la Catedral en el momento del robo, así como del actual deán, Segundo Pérez López, y de miembros del Cabildo. El resto de los más de 60 testigos declararán entre el lunes 26 y el jueves 5 de febrero.

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