Cinco de los trece marineros gallegos del barco Ferralemes, con base de operaciones en Vigo y hundido cerca de las Islas Malvinas, llegaron hoy al aeropuerto vigués de Peinador diez días después del accidente. Se trata de José Santos, de Ribeira (A Coruña), capitán del barco; Francisco José Mariño, de Boiro (A Coruña), primer oficial de máquinas; Manuel Castelo, de Cangas (Pontevedra), oficial de máquinas; José Benito Piñeiro, de Bueu (Pontevedra), engrasador; y Manuel Herbello, también de Bueu, marinero.
Se trata de José Santos, de Ribeira (A Coruña), capitán del barco; Francisco José Mariño, de Boiro (A Coruña), primer oficial de máquinas; Manuel Castelo, de Cangas (Pontevedra), oficial de máquinas; José Benito Piñeiro, de Bueu (Pontevedra), engrasador; y Manuel Herbello, también de Bueu, marinero.
El hundimiento del Ferralemes el pasado 2 de febrero y la situación de su tripulación han sido seguidos con mucho interés por los medios de comunicación que, junto a los familiares de los marineros, permanecieron casi una hora en el aeropuerto vigués a la espera de su llegada, ocurrida sobre las 17:00 horas, que motivó muchos momentos de emoción.
Mañana está previsto el regreso de los otros ocho gallegos y, en cuanto a la tripulación que no es gallega, 15 peruanos y 4 indonesios, también están volviendo a sus casas.
Así lo manifestó a los periodistas el capital del barco, quien explicó que la llegada de los marineros está siendo escalonada porque los papeles para viajar de algunos de ellos se hundieron con el barco.
Santos destacó el trabajo de sus compañeros al asegurar que los 32 se pudieron salvar gracias a su buena organización.
El accidente del barco, que se encuentra a unos 200 metros de profundidad y a unas 80 millas al norte de las Islas Malvinas, se debió probablemente a una vía de agua que provocó la inundación del parque de pesca, donde había bastante pescado, en un momento con temporal.
La tripulación dormía y cuando se percató de la existencia de la vía de agua ya era muy tarde, relató el capitán, quien explicó que como no pudieron cerrarla avisaron a los barcos cercanos para que los auxiliaran.
Así, el capitán fue evacuado al Castelo, de bandera malvina pero de origen gallego y perteneciente a la misma sociedad que el Ferralenes, y el resto de la tripulación al Loitador, que es gallego.
Gracias a todo, al equipo y la buena organización, nos salvamos, subrayó.
Tras agradecer la solidaridad mostrada en Malvinas con los marineros, el capitán destacó el buen hacer de la empresa propietaria del barco, la sociedad mixta Eurofishing limitada de las Islas Malvinas, participada por la familia Fontán, con oficinas en Vigo.
Santos es la primera vez que sufre un accidente de este tipo, igual que Mariño después de 29 años en la mar, pero es la segunda para Herbello, que lleva 18 años de marinero y hace seis que le ocurrió lo mismo, también en Malvinas.
Su esposa, Maricarmen Martínez, confesó a los periodistas mientras esperaba a su marido que todavía estaba asustada porque aunque sabe que está bien se pasa mal en la distancia.
Después del accidente, ocurrido en la noche del 1 al 2 de febrero, y su posterior hundimiento, los marineros fueron trasladados a Port Stanley, puerto registro del buque.
El Ferralemes tiene 61 metros de eslora y 10,5 de manga, data de julio de 1986 y se dedica a la pesca de merluza y calamar.
