Benedicto XVI llama a Europa para 'que no arrincone a Dios'

'Llego como un peregrino entre todos los peregrinos'

El Sumo Pontífice comenzó sus palabras en gallego dando 'gracias a Dios' por estar en 'esta espléndida plaza llena de arte, cultura y significado espiritual'. 'En este Año Santo, llego como peregrino entre los peregrinos, acompañando a tantos como vienen hasta aquí sedientos de la fe en Cristo resucitado. Fe anunciada y transmitida fielmente por los apóstoles, como Santiago el Mayor, a quien se venera en Compostela desde tiempo inmemorial', ha manifestado.
Además, ha agradecido las 'gentiles palabras' de bienvenida del arzobispo de Santiago y la 'amable presencia' de Sus Altezas Reales los Príncipes de Asturias, así como de los señores cardenales y de los numerosos hermanos en el Episcopado y el Sacerdocio. 'Vaya también mi saludo cordial a los parlamentarios europeos, miembros del intergrupo Camino de Santiago, así como a las distinguidas autoridades nacionales, autonómicas y locales que han querido estar presentes en esta celebración', ha añadido.

'Todo ello es signo de deferencia para con el sucesor de Pedro y también del sentimiento entrañable que Santiago de Compostela despierta en Galicia y en los demás pueblos de España, que reconoce al apóstol como su patrón y protector. Un caluroso saludo igualmente a las personas consagradas, seminaristas y fieles que participan en esta Eucaristía y, con una emoción particular, a los peregrinos, forjadores del genuino espíritu jacobeo, sin el cual poco o nada se entendería de lo que aquí tiene lugar', ha agregado el pontífice.


UNA TRAGEDIA

Benedicto XVI dijo ayer que es una 'tragedia' que en Europa exista la convicción de que Dios es el antagonista del hombre y el enemigo de su libertad, denunció que se pretenda arrinconar a Dios al ámbito de lo privado y a la penumbra y exhortó a salir a su encuentro 'sin miedo'. El Pontífice hizo estas manifestaciones ante unas 7.000 personas que asistieron en la plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela , primera etapa de su viaje a España, a la misa que celebró con motivo de su peregrinación a la tumba del Apóstol Santiago, en este Año Santo Jacobeo.

En la misma línea que su antecesor Juan Pablo II, cuando visitó la ciudad compostelana en 1982 y pronunció un discurso de marcado carácter europeísta, Benedicto XVI dijo durante la misa que el Camino de Santiago, punto de referencia de la tradición cristiana de Europa, forjó la identidad de Europa y se preguntó sobre las actuales necesidades, temores y esperanzas del viejo continente.

'Es una tragedia que en Europa, sobre todo en el siglo XIX, se afirmase y divulgase la convicción de que Dios es el antagonista del hombre y el enemigo de su libertad', se quejó el Obispo de Roma. El Papa afirmó que Dios es 'cimiento y cúspide de nuestra libertad, no su oponente'. En este punto, denunció que la sociedad moderna intenta arrinconar a Dios a la esfera privada.

'Los hombres no podemos vivir a oscuras, sin ver la luz del sol. Y, entonces, ¿cómo es posible que se le niegue a Dios el derecho de proponer esa luz que disipa toda tiniebla?, se preguntó. Subrayó entonces la necesidad de que Dios 'vuelva a resonar gozosamente bajo los cielos de Europa'.


'ABRIRSE A DIOS'

El viejo continente, afirmó, Benedicto XVI 'ha de abrirse a Dios, salir a su encuentro sin miedo, trabajar con su gracia por aquella dignidad del hombre que habían descubierto las mejores tradiciones: además de la bíblica, fundamental en este orden, también las de época clásica, medieval y moderna, de las que nacieron las grandes creaciones filosóficas y literarias, culturales y sociales del Viejo Continente'.

El Papa alemán quiso advertir también de las amenazas a la dignidad del hombre y condenó el aborto y la eutanasia. En este sentido, afirmó que la Europa de la ciencia y de las tecnologías, de la civilización y de la cultura ha de abrirse 'a la trascendencia y a la fraternidad con los otros continentes'.

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