Marta Fernández Currás (Vigo, 1963) fue designada conselleira de Facenda por Alberto Núñez Feijóo con el encargo de poner orden en las cuentas de la Xunta de Galicia y para controlar el gasto de los distintos departamentos de la Administración gallega. Valora muy positivamente la tarea que realizó hasta ahora y se siente especialmente satisfecha por el resultado alcanzado con el Plan de Austeridad.
-¿Cómo valora estos dos meses y medio que lleva al frente de la Consellería de Facenda?
-Lo valoro muy positivamente, porque llevamos menos de tres meses de Gobierno y creo que ya hemos tomado grandes medidas. Entre lo que había que reorientar y los proyectos que cada consellería ya anunció en el Parlamento, creo que la actividad fue constante e intensa desde el mismo momento de la toma de posesión.
-¿En qué situación se encontraron las cuentas de la Xunta?
-Realmente estaban peor de lo que pensábamos. Ya se había denunciado en la tramitación de la Ley de Presupuestos para 2009, que se produjo en noviembre de 2008. El PP los tachó entonces de irreales, pues contemplaban un grado de crecimiento que ninguno de los indicadores, tanto nacionales como internacionales, podían sostener. A pesar de todo, la ley se aprobó y cuando llegamos al Gobierno tuvimos que hacer las rectificaciones precisas.
-¿En qué se centraron esas rectificaciones?
Pues la tarea fundamental fue hacer unos presupuestos reales. Hay que tener en cuenta que el presupuesto de ingresos que había hecho el bipartito era irreal, básicamente por tener presupuestado el anticipo a cuenta del sistema de financiación. Esto es algo que se puede calificar de irresponsable, porque ese anticipo ya se había presupuestado el año anterior y no se cobró y cuando se hicieron los presupuestos de 2009 todo el mundo sabía que tampoco se iba a cobrar, pero lo incluyeron igual. A eso tenemos que añadirle que todos los ingresos se presupuestaron con crecimiento, cuando en el último trimestre de 2008 ya tenían caídas significativas y había signos evidentes de desaceleración económica.
-Esas deficiencias se concretaban en el famoso agujero presupuestario, que comenzaron cifrando en 600 millones de euros y acabó en los 1.200 millones.
-Los 600 millones eran los ingresos, que estaban constituidos por 300 millones del citado anticipo más el resto de caída de impuestos. Si a eso le añadimos 500 millones, hoy ya superados, del lado de los gastos que no tienen cobertura presupuestaria, pues nos sale un agujero de 1.200 millones de euros.
-¿Pueden aparecer aún nuevas sorpresas en este ámbito?
-Sí, aún pueden aparecer nuevas sorpresas, como ya ocurrió con los 98 millones destinados a la TDT y a la banda ancha.
-A qué áreas de gobierno afecta fundamentalmente ese desfase?
-Las principales tensiones presupuestarias son las del Sergas. Tiene en torno a 400 millones de desfase, básicamente por no haber presupuestado los últimos dos meses de farmacia hospitalaria. Pero además tenemos una importante insuficiencia presupuestaria en dependencia, deri vada de una falta de realidad en la previsión de los dependientes que abarca la Ley de Dependencia. El número de dependientes que el bipartito preveía que había que atender en 2009 ya se ha duplicado y si hablamos de grandes dependientes de nivel 2, los casos existentes superan en un 130% a los tenían previstos.
-¿Qué medidas tomaron para superar esta situación?
-Pues decidimos desarrollar una línea constante de austeridad. Una línea dinámica de austeridad.
Están trabajando ya en el presupuesto de 2010. ¿Qué criterios van a marcar las cuentas del próximo año?
-En primer lugar hay que tener en cuenta que estos presupuestos se elaboran en un escenario económico muy complicado, de no crecimiento, por lo que habrá que ser muy cuidadoso en el gasto. Cuando falta el ingreso, uno tiene que controlar el gasto y llevar la eficiencia hasta límites insospechados. El presupuesto de 2010 se desarrollará dentro del marco de estabilidad presupuestaria, como no podía ser de otra forma y tenemos fijado un objetivo de déficit del 1%. Una medida que esperamos que surta efecto es la inclusión de la rebaja del impuesto de transmisiones patrimoniales, pues aun que sea un sacrificio desde la óptica de la recaudación, el impacto sobre la economía justifica con creces el sacrificio recaudatorio.
En la última reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera Galicia votó en contra de la posibilidad de aumentar ese déficit hasta el 2,5%.
Galicia votó en contra por un ejercicio responsable, ya que no queremos que la deuda se nos vaya a un límite incontenible, que dificulte alcanzar de nuevo la senda del crecimiento. De todas formas, el Gobierno nos hizo una propuesta un poco tramposa, pues nos pedía que nos pronunciaramos sobre un déficit del 2,5%, cuando aún no están definidos los parámetros del sistema de financiación y no sabemos los ingresos que vamos a tener. Y por otra parte, la propia ley de estabilidad presupuestaria da la posibilidad de que superado el límite del 1%, se presente un plan de saneamiento, por lo que el aumento del 1 al 2,5% que nos dio el Gobierno era que si nos acogían al 2,5%, presentáramos un plan de saneamiento, pero eso no me lo tiene que pedir el Estado. Me lo autoriza la ley.
La austeridad nos permitirá financiar un plan de choque contra la crisis
-La austeridad parece que es la palabra estrella de este Gobierno.
-Pues sí, pero creo que lo hemos demostrado, porque ya hemos presentado un plan de austeridad que ha supuesto un recorte de 144 millones. Esto se consiguió reduciendo un 45 por ciento los altos cargos, un 30% los cargos de confianza, un 40% en los gastos de publicidad y un 11% en el gasto corriente, además de otras medidas, como la reestructuración que hemos acometido en todas las consellerías, que supondrá un ahorro de 30 millones de euros durante la legislatura. La austeridad es el primer gesto que va a verse completado con un destino específico del dinero ahorrado, ya que servirá para financiar un plan de choque contra la crisis, que esperamos presentar la próxima semana.
-PSOE y BNG niegan el agujero que ustedes denuncian. Dicen que no es más que una estrategia para eludir compromisos electorales y reducir el gasto social.
-Eso es falso. Es más, han llegado a afirmar que nos devolvieron un presupuesto equilibrado, cuando el presupuesto por definición está siempre equilibrado. Lo que dicen es una simpleza y una falacia extraordinaria. Por supuesto que el presupuesto está equilibrado, el problema son los compromisos adquiridos fuera del presupuesto. Por ejemplo, un acuerdo firmado con el personal del Sergas hay que cumplirlo, pero si usted no lo mete en el presupuesto, las cuentan le cuadran siempre. Con respecto a lo de reducir el gasto social, el Plan de Austeridad aborda recortes de gasto corriente e inversión improductivas y desde un primer momento dejamos muy claro que el gasto sanitario y el gasto social quedaba inalterado.
-Lo valoro muy positivamente, porque llevamos menos de tres meses de Gobierno y creo que ya hemos tomado grandes medidas. Entre lo que había que reorientar y los proyectos que cada consellería ya anunció en el Parlamento, creo que la actividad fue constante e intensa desde el mismo momento de la toma de posesión.
-¿En qué situación se encontraron las cuentas de la Xunta?
-Realmente estaban peor de lo que pensábamos. Ya se había denunciado en la tramitación de la Ley de Presupuestos para 2009, que se produjo en noviembre de 2008. El PP los tachó entonces de irreales, pues contemplaban un grado de crecimiento que ninguno de los indicadores, tanto nacionales como internacionales, podían sostener. A pesar de todo, la ley se aprobó y cuando llegamos al Gobierno tuvimos que hacer las rectificaciones precisas.
-¿En qué se centraron esas rectificaciones?
Pues la tarea fundamental fue hacer unos presupuestos reales. Hay que tener en cuenta que el presupuesto de ingresos que había hecho el bipartito era irreal, básicamente por tener presupuestado el anticipo a cuenta del sistema de financiación. Esto es algo que se puede calificar de irresponsable, porque ese anticipo ya se había presupuestado el año anterior y no se cobró y cuando se hicieron los presupuestos de 2009 todo el mundo sabía que tampoco se iba a cobrar, pero lo incluyeron igual. A eso tenemos que añadirle que todos los ingresos se presupuestaron con crecimiento, cuando en el último trimestre de 2008 ya tenían caídas significativas y había signos evidentes de desaceleración económica.
-Esas deficiencias se concretaban en el famoso agujero presupuestario, que comenzaron cifrando en 600 millones de euros y acabó en los 1.200 millones.
-Los 600 millones eran los ingresos, que estaban constituidos por 300 millones del citado anticipo más el resto de caída de impuestos. Si a eso le añadimos 500 millones, hoy ya superados, del lado de los gastos que no tienen cobertura presupuestaria, pues nos sale un agujero de 1.200 millones de euros.
-¿Pueden aparecer aún nuevas sorpresas en este ámbito?
-Sí, aún pueden aparecer nuevas sorpresas, como ya ocurrió con los 98 millones destinados a la TDT y a la banda ancha.
-A qué áreas de gobierno afecta fundamentalmente ese desfase?
-Las principales tensiones presupuestarias son las del Sergas. Tiene en torno a 400 millones de desfase, básicamente por no haber presupuestado los últimos dos meses de farmacia hospitalaria. Pero además tenemos una importante insuficiencia presupuestaria en dependencia, deri vada de una falta de realidad en la previsión de los dependientes que abarca la Ley de Dependencia. El número de dependientes que el bipartito preveía que había que atender en 2009 ya se ha duplicado y si hablamos de grandes dependientes de nivel 2, los casos existentes superan en un 130% a los tenían previstos.
-¿Qué medidas tomaron para superar esta situación?
-Pues decidimos desarrollar una línea constante de austeridad. Una línea dinámica de austeridad.
Están trabajando ya en el presupuesto de 2010. ¿Qué criterios van a marcar las cuentas del próximo año?
-En primer lugar hay que tener en cuenta que estos presupuestos se elaboran en un escenario económico muy complicado, de no crecimiento, por lo que habrá que ser muy cuidadoso en el gasto. Cuando falta el ingreso, uno tiene que controlar el gasto y llevar la eficiencia hasta límites insospechados. El presupuesto de 2010 se desarrollará dentro del marco de estabilidad presupuestaria, como no podía ser de otra forma y tenemos fijado un objetivo de déficit del 1%. Una medida que esperamos que surta efecto es la inclusión de la rebaja del impuesto de transmisiones patrimoniales, pues aun que sea un sacrificio desde la óptica de la recaudación, el impacto sobre la economía justifica con creces el sacrificio recaudatorio.
En la última reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera Galicia votó en contra de la posibilidad de aumentar ese déficit hasta el 2,5%.
Galicia votó en contra por un ejercicio responsable, ya que no queremos que la deuda se nos vaya a un límite incontenible, que dificulte alcanzar de nuevo la senda del crecimiento. De todas formas, el Gobierno nos hizo una propuesta un poco tramposa, pues nos pedía que nos pronunciaramos sobre un déficit del 2,5%, cuando aún no están definidos los parámetros del sistema de financiación y no sabemos los ingresos que vamos a tener. Y por otra parte, la propia ley de estabilidad presupuestaria da la posibilidad de que superado el límite del 1%, se presente un plan de saneamiento, por lo que el aumento del 1 al 2,5% que nos dio el Gobierno era que si nos acogían al 2,5%, presentáramos un plan de saneamiento, pero eso no me lo tiene que pedir el Estado. Me lo autoriza la ley.
La austeridad nos permitirá financiar un plan de choque contra la crisis
-La austeridad parece que es la palabra estrella de este Gobierno.
-Pues sí, pero creo que lo hemos demostrado, porque ya hemos presentado un plan de austeridad que ha supuesto un recorte de 144 millones. Esto se consiguió reduciendo un 45 por ciento los altos cargos, un 30% los cargos de confianza, un 40% en los gastos de publicidad y un 11% en el gasto corriente, además de otras medidas, como la reestructuración que hemos acometido en todas las consellerías, que supondrá un ahorro de 30 millones de euros durante la legislatura. La austeridad es el primer gesto que va a verse completado con un destino específico del dinero ahorrado, ya que servirá para financiar un plan de choque contra la crisis, que esperamos presentar la próxima semana.
-PSOE y BNG niegan el agujero que ustedes denuncian. Dicen que no es más que una estrategia para eludir compromisos electorales y reducir el gasto social.
-Eso es falso. Es más, han llegado a afirmar que nos devolvieron un presupuesto equilibrado, cuando el presupuesto por definición está siempre equilibrado. Lo que dicen es una simpleza y una falacia extraordinaria. Por supuesto que el presupuesto está equilibrado, el problema son los compromisos adquiridos fuera del presupuesto. Por ejemplo, un acuerdo firmado con el personal del Sergas hay que cumplirlo, pero si usted no lo mete en el presupuesto, las cuentan le cuadran siempre. Con respecto a lo de reducir el gasto social, el Plan de Austeridad aborda recortes de gasto corriente e inversión improductivas y desde un primer momento dejamos muy claro que el gasto sanitario y el gasto social quedaba inalterado.
