Médicos de la sanidad pública gallega integrados en la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM Galicia) y en Médicos de Galicia Independientes (OMEGA) han asegurado hoy que no van a 'cruzarse de brazos' y tolerar que se continúan 'cercenando' sus derechos profesionales tras la reciente publicación del Real Decreto 16/2012.
El presidente de CESM Galicia, Cándido Andión, declaró en rueda de prensa, en la que estaba acompañado por unos cuarenta médicos tanto de hospitales como de atención primaria, que la sanidad pública gallega está sometida a progresivos recortes de todo tipo, que están llevando a un incremento de las listas de espera y a la masificación de las consultas.
'Los médicos del SERGAS hemos estado aguantando resignadamente, hasta ahora, recortes y presiones de todo tipo por parte de gestores de la sanidad gallega no sólo en la prestación farmacéutica, también por la falta de sustituciones en consultas masificadas, por limitaciones en la tasa de reposición que nos lleva a una sobrecarga asistencial', aseguró.
El sanitario recordó que la tasa de reposición en la Sanidad Pública permite la contratación de un médico por cada diez que se jubilan, cifra que calificó de 'indignante', si se tiene en cuenta en España hay 165.967 médicos en la sanidad pública y 445.568 políticos o 154.000 policías.
Declaró que todas esas agresiones a profesionales y pacientes 'tienen un límite de permisividad' y cree que ese límite lo pone el Real Decreto por los recortes dado que, bajo el pretexto de la crisis, 'introduce multitud de limitaciones' que van a influir, muy negativamente sobre la asistencia sanitaria.
Por su parte, José Víctor Crespo Comesaña consideró que el nuevo decreto va a trastocar todo lo legislado hasta ahora en la materia y ha dudado de que la ley vaya a permitir preservar la asistencia sanitaria publica, universal y gratuita como hasta ahora.
'El decreto -insistió- va a edificar un muro de ocultación a base de pequeños ladrillos-mentira, que al final se va a convertir en un monstruo abominable que acabe con todo lo que dice proteger'.
Para Crespo Comesaña, algunos pensionistas se van a cuestionar la posibilidad de comer o la compra de la medicación, dado que tienen que adelantar los costes totales de los fármacos por un periodo de seis meses.
