Uxio Caamaño dice que no ‘quería dañar a nadie’ y Xiana Rodríguez elude condenar la violencia porque es ‘un concepto abstracto’

Uno de los miembros de AMI juzgado por atentar en Santiago admite que puso la bomba pero exculpa a su compañera

Xiana Rodríguez y Uxio Caamaño, antes del inicio del juicio. (Foto: Emilio Naranjo)
Uxio Caamaño, uno de los dos independentistas gallegos juzgados desen la Audiencia Nacional por perpetrar un atentado sin víctimas contra una sucursal de la Caixa Galicia de Santiago en julio de 2005, admitió ante el tribunal que él fue quien colocó la bomba, pero dijo que ‘no quería dañar a nadie’ y que, por ello, sitúo junto al explosivo un cartel que ponía ‘'Peligro bomba. No tocar'‘. Además, Caamaño exculpó a su compañera, Xiana Rodríguez, quien eludió rechazar la violencia con fines políticos, alegando que se trata de ‘un concepto abstracto’.
Durante la primera sesión del juicio celebrado ante la Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, Caamaño, miembro del grupo denominado Assambleia da Mocedade Independentista (AMI) se negó a contestar a las preguntas de la fiscal Blanca Rodríguez, pero sí respondió --siempre en gallego-a su abogado, Endika Zulueta, a quien admitió los hechos que se le imputan.

‘¿Colocó usted la bomba?’, le cuestionó el letrado. ‘La coloqué’, replicó rápidamente el joven, quien, sin embargo, matizó que su objetivo no era causar víctimas. ‘No tenía intención de hacer daño a nadie, coloqué un cartel junto al explosivo que decía 'Peligro bomba.

No tocar'‘. Caamaño fue detenido por la Policía antes de que su artefacto explosionase. En ese sentido, el independentista relató que, en el mismo momento de su arresto, se identificó ante los agentes con su nombre real y alertó del lugar en el que había colocado la bomba y el tiempo que restaba --’una hora y 20 minutos’- para la deflagración.

El joven llevó a cabo su acción oculto bajo una gorra y una peluca y utilizó un coche de marca Citron modelo Saxo color gris que fue robado a punta de cuchillo el 14 de marzo de 2005 por dos personas que no han sido identificadas. Caamaño explicó que el auto se lo dejó un amigo y que desconocía que fuese robado, mientras que, sobre el disfraz, se justificó alegando su intención de no ser identificado. ‘No quería que me reconociesen, ya me han detenido otras veces mientras iba por la calle’, dijo.

Por estos hechos, acaecidos el 23 de julio de 2005 en la Plaza de Galicia entre las calles Doctor Teixeiro y Montero Ríos de Santiago de Compostela, la Fiscalía pide para él 21 años de cárcel al considerarle autor de un delito de estragos (15 años), utilización ilegítima de vehículos (cuatro años) y falsificación de documentación oficial (dos años). Por este último delito, la representante del Ministerio Público pide también una multa de 1.440 euros a este procesado, sobre el que pesa además la agravante de disfraz.

ACTUO SOLO

En cuanto a la participación de Xiana Rodríguez --también miembro de AMI--, la fiscal pide para ella 19 años de prisión por los delitos de estragos (15 años) y utilización ilegítima de vehículos (4 años).

No obstante, Caamaño exculpó hoy durante su declaración a su compañera. ‘Me la encontré por el camino e intenté deshacerme de ella para que no estuviese conmigo en ese momento, al final me deshice de ella al llegar a la plaza de Galicia y me cercené de que me había perdido de vista’, explicó ante el tribunal presidido por el juez Javier Martínez Lázaro.

Minutos después Xiana Rodríguez reiteró las palabras de su compañero al recordar a preguntas de la fiscal y de su abogado cómo se encontró con Caamaño por la calle ese día. ‘Yo venía de dormir en casa de una amiga, no estuve con él ni dos minutos, me costó un poco reconocerle, le vacilé un poco y le pregunté donde iba pero no me lo contó, tan sólo me decía que tenía prisa, que no se podía parar y que me fuese’, detalló la joven quien también fue detenida con el DNI de otra persona en una estación de tren una hora después de la explosión.

‘¿Esta usted a favor del uso de la violencia con fines políticos?’, le preguntó la representante del Ministerio Público. ‘Es una pregunta muy general habría que definir primero lo que es violencia, es algo muy abstracto, ¿una pintada en una pared es violencia?’, contestó, pero la fiscal insistió al preguntarle concretamente por la colocación de artefactos. ‘¿Que si estoy de acuerdo?, no sabría que decirle, en principio nadie está a favor de la violencia, pero no sé que contestarle, sinceramente’, declaró.

El terminar su declaración, la joven se giró a la zona habilitada para familiares y público y comenzó a saludar, sonreír y alzar el puño, gestos que fueron correspondidos por los simpatizantes que se encontraban en la sala hasta que un encargado de la seguridad zanjó el intercambio: ‘a ellos no les puedo echar, pero a vosotros sí’, dijo.

Durante la primera sesión --el juicio quedará mañana visto para sentencia-también declararon los agentes de policía que participaron en las detenciones de ambos. Así confirmaron la versión de Caamaño, excepto en lo referente a la exculpación de su compañera.

Los policías, que hicieron un seguimiento de todo el recorrido realizado por ambos sostienen que la Xiana acompañó a Caamaño en todo momento.

‘Nos avisaron desde Información de que había dos personas sospechosas’, ‘Llevaban mucha ropa para el calor que hacía ese día’, ‘Caamaño confeso donde había puesto la bomba’ o ‘Era de dominio público quien era Uxio Caamaño’, fueron algunos de los testimonios prestados por los agentes durante el proceso’.

ORDENADOR DEL LIDER DE AMI

Asimismo otro de los policías explicó como al supuesto líder de AMI, Antonio García Matos --huido de la Justicia--, se le incautó un ordenador en el que, entre la información encontrada, se halla una conversación entre él y los dos procesados, quienes ‘se ponen a su disposición para recibir órdenes’. Además de ese ordenados se recoge otra conversación ‘sobre la colocación de un explosivo’.

Al finalizar la vista los cerca del medio centenar de simpatizantes que se encontraban en la Sala comenzaron a aplaudir a los procesados y a entonar la proclama: ‘¡Uxio, Xiana, liberade!’ antes de ser desalojados de las dependencias judiciales.

Cerca de un centenar de personas acudieron hoy a Madrid para mostrar su apoyo a los imputados entre las presentes en el juicio y las que permanecieron fuera de la Audiencia Nacional, según los propios simpatizantes, quienes portaban numerosas banderas nacionalistas gallegas (bandera blanquiazul con la estrella roja de cinco puntas) y una pancarta con la citada proclama.

En concreto se fletaron dos autobuses gratuitos que partieron desde Galicia (uno desde A Coruña-Santiago-Lugo y otro de Vigo-Ourense). Agentes de la Policía Nacional efectuaron registros tanto de manera individual como del interior de los dos autocares a la entrada de Madrid, según los simpatizantes, que declararon a Europa Press que el trato policial fue ‘correcto en todo momento’.

Posteriormente cuatro furgones policiales les escoltaron hasta las inmediaciones de la Audiencia Nacional.

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