María Dolores J.G., alias 'la Coneja', ha reconocido este martes en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra que trapicheaba con droga en el poblado de O Vao en Poio (Pontevedra), por lo que ha aceptado una pena de tres años de prisión, mientras que otros miembros de su clan han aceptado condenas de año y medio.
'La Coneja' era la principal acusada en el juicio que contra su clan se celebró este martes en Pontevedra y en el que su hija Rocío G.J., y las dos personas a las que se le achacaba la venta directa de la droga, Monserrat R.C. y Juan Carlos R.E., también se declararon culpables y han aceptado un año y medio de prisión.
Además, 'La Coneja' deberá abonar una multa de 30.000 euros, mientras que los otros tres condenados, tienen que pagar 15.000 euros cada uno.
La fiscal de este proceso ha señalado que en el caso de María Dolores J.G. tiene en cuenta la circunstancia agravante de su responsabilidad criminal de reincidencia, ya que cuenta con antecedentes vigentes en el momento de los hechos como una sentencia de la Audiencia Provincial de Pontevedra del 21 de diciembre de 2005 por la que se le impusieron tres años y dos meses de prisión por tráfico de drogas.
Frente a esta circunstancia, a la hora de reducir la pena solicitada de cinco a tres años de cárcel tuvo en consideración la atenuante de confesión.
Los otros tres condenados también se vieron beneficiados por la atenuante de confesión y Monserrat R.C. y Juan Carlos R.E. de una segunda, adicción a las drogas, ya que, según la fiscal, en el momento de los hechos por los que han sido condenados presentaban una 'grave adicción' que les hizo participar como vendedores de droga 'con el fin de obtener medios para sostener su hábito'.
CARGOS RETIRADOS
Por su parte, la Fiscalía ha retirado finalmente los cargos contra su marido, Carlos J.G., y el esposo de su hija, Esteban J.J.. En el caso de este último, su abogado defensor, Fernando Romay, señala que en el momento de los hechos el hombre y su mujer y condenada Rocío G.J. tan sólo acudían a casa de 'La Coneja' para dormir, pues poco tiempo antes habían sido realojados en el barrio de Monte Porreiro, pero el conflicto vecinal abierto le hizo regresar al poblado de O Vao.
'Ellos no hacían vida allí y sólo dormían, no sabían nada de lo que se hacía ni participaban', ha explicado el letrado. En el caso del marido de 'La Coneja', Fernando Romay alegó que perdió la vista total del ojo izquierdo y del derecho solo ve una décima parte, de manera que no pudo estar implicado en las transacciones de droga que se realizaba en su vivienda del Vao.
Un séptimo imputado, llamado Isaac K., 'El Negro', quien según Fiscalía actuaba como transporte llevando la droga de una chabola a otra, no acudió al juicio y está declarado en rebeldía. En su caso, la representante del Ministerio Público ha solicitado el archivo provisional de la causa hasta que sea localizado y pueda ser juzgado por separado.
El presidente del tribunal, José Juan Barreiro, indicó que dictará sentencia en estos términos y tanto el fiscal como los abogados defensores manifestaron su intención de no recurrir. El defensor de 'La Coneja' anunció que pedirá su indulto.
Además, 'La Coneja' deberá abonar una multa de 30.000 euros, mientras que los otros tres condenados, tienen que pagar 15.000 euros cada uno.
La fiscal de este proceso ha señalado que en el caso de María Dolores J.G. tiene en cuenta la circunstancia agravante de su responsabilidad criminal de reincidencia, ya que cuenta con antecedentes vigentes en el momento de los hechos como una sentencia de la Audiencia Provincial de Pontevedra del 21 de diciembre de 2005 por la que se le impusieron tres años y dos meses de prisión por tráfico de drogas.
Frente a esta circunstancia, a la hora de reducir la pena solicitada de cinco a tres años de cárcel tuvo en consideración la atenuante de confesión.
Los otros tres condenados también se vieron beneficiados por la atenuante de confesión y Monserrat R.C. y Juan Carlos R.E. de una segunda, adicción a las drogas, ya que, según la fiscal, en el momento de los hechos por los que han sido condenados presentaban una 'grave adicción' que les hizo participar como vendedores de droga 'con el fin de obtener medios para sostener su hábito'.
CARGOS RETIRADOS
Por su parte, la Fiscalía ha retirado finalmente los cargos contra su marido, Carlos J.G., y el esposo de su hija, Esteban J.J.. En el caso de este último, su abogado defensor, Fernando Romay, señala que en el momento de los hechos el hombre y su mujer y condenada Rocío G.J. tan sólo acudían a casa de 'La Coneja' para dormir, pues poco tiempo antes habían sido realojados en el barrio de Monte Porreiro, pero el conflicto vecinal abierto le hizo regresar al poblado de O Vao.
'Ellos no hacían vida allí y sólo dormían, no sabían nada de lo que se hacía ni participaban', ha explicado el letrado. En el caso del marido de 'La Coneja', Fernando Romay alegó que perdió la vista total del ojo izquierdo y del derecho solo ve una décima parte, de manera que no pudo estar implicado en las transacciones de droga que se realizaba en su vivienda del Vao.
Un séptimo imputado, llamado Isaac K., 'El Negro', quien según Fiscalía actuaba como transporte llevando la droga de una chabola a otra, no acudió al juicio y está declarado en rebeldía. En su caso, la representante del Ministerio Público ha solicitado el archivo provisional de la causa hasta que sea localizado y pueda ser juzgado por separado.
El presidente del tribunal, José Juan Barreiro, indicó que dictará sentencia en estos términos y tanto el fiscal como los abogados defensores manifestaron su intención de no recurrir. El defensor de 'La Coneja' anunció que pedirá su indulto.
