Un niño de unos dos años de edad falleció en la madrugada de ayer al ser atropellado por una furgoneta en una calle del casco urbano de la ciudad de Lugo, según la información facilitada por fuentes de la Policía Local.
El siniestro tuvo lugar sobre las 00.10 horas de ayer viernes en la calle Mar Cantábrico de Lugo, según señalaron fuentes policiales, cuando el niño, de dos años y diez meses de edad y de nacionalidad marroquí, fue atropellado por una furgoneta con placas LU-2501-K, conducida por un varón de 34 años de edad, vecino de Lugo, mientras el pequeño cruzaba por un paso de peatones.
Además de la Policía Local fueron movilizados Protección Civil y el 061, que desplazó al lugar una ambulancia medicalizada para atender al menor atropellado.
El médico que se desplazó en la ambulancia medicalizada certificó la muerte del menor en el propio lugar del suceso. También acudieron a la calle donde sucedieron los hechos efectivos del equipo de atestados y Policía Nacional.
El conductor dio negativo en la prueba de alcoholemia y, tras tomarle declaración, quedó en libertad sin imputársele ningún delito, mientras que las diligencias fueron enviadas al juzgado de guardia.
La Policía Judicial investiga las causas del accidente. De todas formas, según diversas fuentes, el lugar en el que ocurrió el atropello se encuentra a escasos metros de una mezquita, a la que el pequeño había acudido acompañando a sus padres, que participaban en los oficios religiosos propios del Ramadán. Al parecer, tras salir del templo, el niño se escapó de sus padres y cruzó la calle por el paso de cebra, siendo alcanzado por la furgoneta.
Además de la Policía Local fueron movilizados Protección Civil y el 061, que desplazó al lugar una ambulancia medicalizada para atender al menor atropellado.
El médico que se desplazó en la ambulancia medicalizada certificó la muerte del menor en el propio lugar del suceso. También acudieron a la calle donde sucedieron los hechos efectivos del equipo de atestados y Policía Nacional.
El conductor dio negativo en la prueba de alcoholemia y, tras tomarle declaración, quedó en libertad sin imputársele ningún delito, mientras que las diligencias fueron enviadas al juzgado de guardia.
La Policía Judicial investiga las causas del accidente. De todas formas, según diversas fuentes, el lugar en el que ocurrió el atropello se encuentra a escasos metros de una mezquita, a la que el pequeño había acudido acompañando a sus padres, que participaban en los oficios religiosos propios del Ramadán. Al parecer, tras salir del templo, el niño se escapó de sus padres y cruzó la calle por el paso de cebra, siendo alcanzado por la furgoneta.
