La amplia mayoría del PP en la Cámara gallega reeligió ayer a Alberto Núñez Feijóo como presidente de la Xunta, con lo que comenzó un segundo mandato en el que reiteró una oferta de pactos a la oposición, que en bloque votó no a su investidura y no lo felicitó. El dirigente popular, que tomará posesión mañana, obtuvo los 41 apoyos del PP, mientras votaron en contra los 18 del PSdeG; los 9 de Alternativa Galega de Esquerda y los 7 del BNG.
En el segundo día del pleno de investidura, Núñez Feijóo insistió en ofrecer un pacto en hasta ocho puntos, aunque criticó la 'nula autocrítica' que, a su juicio, demostraron los portavoces de la oposición en sus intervenciones. Tras asegurar que tendrá en cuenta las opiniones de los grupos, dijo no obstante que ha habido en el debate 'escasez de propuestas' y 'multitud de descalificaciones'.
'Mucha crítica a lo que votaron los gallegos y nula autocrítica a quienes perdieron votos y diputados. Mucho Feijóo y poca Galicia, y yo vengo a hablar de Galicia', dijo el presidente. Además, pidió a los grupos de la oposición que hagan propuestas 'sólidas y coherentes' para intentar llegar a acuerdos y señaló que si se empeñan por competir en quién será más hábil en las descalificaciones a su persona y a su gobierno, él no va a participar en eso. Por ello, les pidió propuestas 'sólidas y coherentes' para intentar llegar a acuerdos durante la legislatura, en la que intentará resolver los problemas de los gallegos, por lo que procurará 'ser mejor, estudiar más, reflexionar más y, sobre todo, decidir'.
realidad durísima
El jefe del Ejecutivo admitió que la realidad es 'dura, durísima' en Galicia, pero indicó que hay 'menos paro, menos deuda, menos déficit' que en el conjunto de las comunidades autónomas y reiteró su idea de que es una de las más 'solventes' de España. 'Y no me conformo ni me doy por vencido -puntualizó- porque hay 270.000 gallegos que no pueden trabajar y esa cifra estará presente en todas las carpetas y en el orden del día' de los Consellos de la Xunta.
Insistió en que el objetivo de esta legislatura es 'intentar crear empleo' y crecer y reivindicó que sus 'únicos compromisos' son con Galicia. Consideró, asimismo, que la comunidad está 'convencida de que es capaz de salir de la crisis''.
En su opinión, en esas elecciones los gallegos pidieron 'un gobierno unido, no un bipartito ni un tripartito, que diga la verdad, y dispuesto a tomar decisiones, ocurra lo que ocurra a ese gobierno, para que no le ocurra a Galicia lo que le pasa a otras comunidades'.
Reivindicó su oferta de pactos en distintos sectores, como el del rural, y anunció que su primera reunión será con el sector lácteo, que protagonizó dos días de huelga de reparto de leche por los bajos precios.
'Mucha crítica a lo que votaron los gallegos y nula autocrítica a quienes perdieron votos y diputados. Mucho Feijóo y poca Galicia, y yo vengo a hablar de Galicia', dijo el presidente. Además, pidió a los grupos de la oposición que hagan propuestas 'sólidas y coherentes' para intentar llegar a acuerdos y señaló que si se empeñan por competir en quién será más hábil en las descalificaciones a su persona y a su gobierno, él no va a participar en eso. Por ello, les pidió propuestas 'sólidas y coherentes' para intentar llegar a acuerdos durante la legislatura, en la que intentará resolver los problemas de los gallegos, por lo que procurará 'ser mejor, estudiar más, reflexionar más y, sobre todo, decidir'.
realidad durísima
El jefe del Ejecutivo admitió que la realidad es 'dura, durísima' en Galicia, pero indicó que hay 'menos paro, menos deuda, menos déficit' que en el conjunto de las comunidades autónomas y reiteró su idea de que es una de las más 'solventes' de España. 'Y no me conformo ni me doy por vencido -puntualizó- porque hay 270.000 gallegos que no pueden trabajar y esa cifra estará presente en todas las carpetas y en el orden del día' de los Consellos de la Xunta.
Insistió en que el objetivo de esta legislatura es 'intentar crear empleo' y crecer y reivindicó que sus 'únicos compromisos' son con Galicia. Consideró, asimismo, que la comunidad está 'convencida de que es capaz de salir de la crisis''.
En su opinión, en esas elecciones los gallegos pidieron 'un gobierno unido, no un bipartito ni un tripartito, que diga la verdad, y dispuesto a tomar decisiones, ocurra lo que ocurra a ese gobierno, para que no le ocurra a Galicia lo que le pasa a otras comunidades'.
Reivindicó su oferta de pactos en distintos sectores, como el del rural, y anunció que su primera reunión será con el sector lácteo, que protagonizó dos días de huelga de reparto de leche por los bajos precios.
