Medio millar de trabajadores participaron una manifestación en Santiago de Compostela
Medio millar de trabajadores participaron hoy en una manifestación en Santiago de Compostela convocados por la asociación gallega de orquestas, oficinas de espectáculos y músicos y representantes artísticos, para demandar de la Xunta que las escuche en la regulación del sector.
La marcha se inició en la estación del ferrocarril, a donde regresó después de recorrer la calle del Hórreo, en la que se encuentra la sede del Parlamento de Galicia, ante el que se detuvieron para corear sus reivindicaciones.
La manifestación fue encabezada por una pancarta con el lema "La verbena gallega, patrimonio cultural ya" y otras con leyendas como "IVA cultural ya" o "Por la regulación del sector", mientras que se corearon consignas de "Feijóo escucha, la verbena está en lucha", "La verbena gallega muere de pena" o "Montoro, Rajoy, menos IVA para hoy".
En un comunicado, los convocantes señalan que, "además del desdén que sufrimos desde hace décadas por parte de la Xunta de Galicia, la Agencia Tributaria está sometiendo actualmente al sector a una persecución sin precedentes, que pone en gravísimo riesgo la supervivencia del mismo, con el consiguiente impacto económico, social y cultural".
En declaraciones previas a los informadores, el presidente de la Asociación Galega de Orquestras, Manuel Fariña, denunció que la situación del sector es como hace 50 años, por lo que exigen una regulación que impida que continúen realizando su trabajo en las mismas condiciones del siglo pasado.
También subrayó la necesidad de dar el valor que las verbenas tienen en la Comunidad, que consideró "parte de nuestra cultura", por lo que demandó una regulación "que nos permita sobrevivir a todos", frente a la postura de la Xunta, que calificó de "inhibición".
En este sentido, Fariña subrayó que su única demanda es que la Xunta se siente a hablar con sus representantes, porque ya han acudido a ella "montones de veces, pero se desentiende de nosotros", reiteró.
Sobre la regulación, explicó que ahora se rigen por una ley del espectáculo, la misma con que se regulan los grandes eventos, y con la que dijo que las administraciones se han hecho "un lío", porque no es de aplicación a la verbena gallega.
Así, puso el ejemplo de los planes de evacuación, que no pueden ser los mismos en un local para 50.000 personas que en una fiesta de 300 al aire libre. "No hay quien lo entienda", se lamentó.
También puso el ejemplo de las dificultades que están padeciendo las comisiones de fiestas, a las que se les ha llegado a pedir un plan redactado por un ingeniero.
Fariña insistió en que su demanda es que la administración gallega se siente a hablar con ellos, porque "no se puede hacer una tributación a lo bestia, ni se puede acabar con un sistema sin avisar", pues en 40 años, según el portavoz, nadie se reunió con ellos y ahora han convertido el sector "en un polvorín".
El presidente de la asociación gallega resaltó que se trata de un sector del que viven directamente 7.000 familias, pero agregó que son muchos más los que dependen de él, desde los fabricantes de escenarios móviles a los vendedores de rosquillas, además de los negocios habituales en las localidades, que también ven incrementadas sus ventas con ocasión de las más de 3.000 verbenas que se celebran cada año en la Comunidad autónoma.
Sobre su esperanza de que el Gobierno gallego los atienda, el presidente de la asociación de orquestas dijo que "este es un primer aviso, un aviso muy suave", para el que han aprovechado el día sin música por la reducción del IVA cultural, pero agregó que "si no nos atienden, no va a volver a haber movilizaciones, si no nos atienden, que tengan claro que lo próximo que venga no va a ser esto, porque hay gente muy, muy, muy enfadada, porque juegan con su patrimonio y con sus vidas".
El portavoz apuntó que no se trata de personas con cuentas en Suiza, sino de profesionales que han dedicado una vida y reinvertido la riqueza que han creado. "Necesitamos ser lógicos, como decía Del Bosque, ser normales", concluyó.
