Las tres fuerzas políticas con representación en el Parlamento gallego ya tienen casi fijado el candidato que aparecerá en los carteles electorales en las próximas elecciones autonómicas, aunque cada uno lo hizo a su manera.
Alberto Núñez Feijóo encabezará la lista del PP desde la presidencia de la Xunta ya que la dirección del partido ha decidido que no se celebre su Congreso hasta después de las elecciones.
El BNG, ahora con la UPG en primera línea de foco, eligió al diputado Francisco Jorquera en la última asamblea en la que quedó agrietada la casa común del nacionalismo con la salida de parte de la militancia. Los escindidos buscan ahora acomodo en Compromiso por Galicia.
El PSdeG pasará en septiembre por unas elecciones primarias en las que solo el secretario general, Pachi Vázquez, se ha postulado para encabezar la candidatura socialista. Tanto el resultado del congreso celebrado en marzo como el de los congresos provinciales hacen que Vázquez vea cada vez más despejado el panorama para presentarse a las elecciones. En marzo Váquez se jugaba el tipo, pero consiguió seguir en pie frente a la candidatura de Elena Espinosa, promovida en tiempo de descuento por José Blanco, Abel Caballero y Francisco Rodríguez. Fue reelegido por 33 votos .
pasado, presente y futuro
A unos meses de las elecciones autonómicas, las posibles candidaturas a las primarias se han ido desvaneciendo, además de menguar el papel de José Blanco, la persona que podría buscar la salida desesperada de encabezar la lista a la Xunta en caso de que saliese limpio de la Operación Campeón.
Pero en el PSdeG de Lugo José Blanco ya no tiene la misma influencia. José López Orozco y el exministro se han distanciado y el actual alcalde incluso ha convencido a José Besteiro, presidente de la Diputación, de que él es el futuro, Blanco el pasado y esta vez le toca salir al ruedo a Vázquez.También Ricardo Varela descartaría sumarse a una escapada promovida por Blanco.
Otro de los posibles aspirantes, el también exministro Francisco Caamaño, en los medios mantiene la incertidumbre, pero a Vázquez, que se respaldaron respectivamente en cada uno de sus congresos, cuando se apagan los micrófonos y se marchan las cámaras le desmiente su interés. Caamaño tampoco apoyaría a una lista encabezada por José Blanco, que avaló al alcalde de As Pontes, Valentín González Formoso, en el último congreso provincial de los socialistas coruñeses. Su derrota se sumó al debe de Blanco. La distancia entre los dos ministros es palmaria. En Ourense el congreso lo ganó Pachi o lo perdieron Blanco y Francisco Rodríguez, el alcalde.
Otra de las incertidumbres es que Pontevedra, con Abel Caballero, Modesto Pose y Antón Louro, se sacase un candidato a última hora. El tiempo juega a favor del hombre que aguantó de la finca socialista después del varapalo de las últimas elecciones y también los problemas internos pontevedreses.
Unas primarias no son tan fáciles de manejar para un partido como un congreso. El PSdeG cuenta con unos 13.000 militantes que votarán en urna en las distintas agrupaciones y puede pasar de todo. Pontevedra aportaría unos 4.500 votos, como A Coruña. Lugo y Ourense el resto. Claro que para ir a las urnas tiene que presentarse más de un candidato. n
El BNG, ahora con la UPG en primera línea de foco, eligió al diputado Francisco Jorquera en la última asamblea en la que quedó agrietada la casa común del nacionalismo con la salida de parte de la militancia. Los escindidos buscan ahora acomodo en Compromiso por Galicia.
El PSdeG pasará en septiembre por unas elecciones primarias en las que solo el secretario general, Pachi Vázquez, se ha postulado para encabezar la candidatura socialista. Tanto el resultado del congreso celebrado en marzo como el de los congresos provinciales hacen que Vázquez vea cada vez más despejado el panorama para presentarse a las elecciones. En marzo Váquez se jugaba el tipo, pero consiguió seguir en pie frente a la candidatura de Elena Espinosa, promovida en tiempo de descuento por José Blanco, Abel Caballero y Francisco Rodríguez. Fue reelegido por 33 votos .
pasado, presente y futuro
A unos meses de las elecciones autonómicas, las posibles candidaturas a las primarias se han ido desvaneciendo, además de menguar el papel de José Blanco, la persona que podría buscar la salida desesperada de encabezar la lista a la Xunta en caso de que saliese limpio de la Operación Campeón.
Pero en el PSdeG de Lugo José Blanco ya no tiene la misma influencia. José López Orozco y el exministro se han distanciado y el actual alcalde incluso ha convencido a José Besteiro, presidente de la Diputación, de que él es el futuro, Blanco el pasado y esta vez le toca salir al ruedo a Vázquez.También Ricardo Varela descartaría sumarse a una escapada promovida por Blanco.
Otro de los posibles aspirantes, el también exministro Francisco Caamaño, en los medios mantiene la incertidumbre, pero a Vázquez, que se respaldaron respectivamente en cada uno de sus congresos, cuando se apagan los micrófonos y se marchan las cámaras le desmiente su interés. Caamaño tampoco apoyaría a una lista encabezada por José Blanco, que avaló al alcalde de As Pontes, Valentín González Formoso, en el último congreso provincial de los socialistas coruñeses. Su derrota se sumó al debe de Blanco. La distancia entre los dos ministros es palmaria. En Ourense el congreso lo ganó Pachi o lo perdieron Blanco y Francisco Rodríguez, el alcalde.
Otra de las incertidumbres es que Pontevedra, con Abel Caballero, Modesto Pose y Antón Louro, se sacase un candidato a última hora. El tiempo juega a favor del hombre que aguantó de la finca socialista después del varapalo de las últimas elecciones y también los problemas internos pontevedreses.
Unas primarias no son tan fáciles de manejar para un partido como un congreso. El PSdeG cuenta con unos 13.000 militantes que votarán en urna en las distintas agrupaciones y puede pasar de todo. Pontevedra aportaría unos 4.500 votos, como A Coruña. Lugo y Ourense el resto. Claro que para ir a las urnas tiene que presentarse más de un candidato. n
