El juez del Juzgado de Instrucción Número 1 de Ribeira (A Coruña) autorizó, tal y como demandaba la acusación particular ejercida por la familia, el uso de un georradar para la búsqueda de restos humanos en fincas propiedad del imputado por la desaparición de María José Arcos, Ramiro Villaverde, que permanece en prisión provisional.
Según informaron fuentes judiciales, con fecha del viernes 15 de abril se autorizó la utilización de un georradar 'para la búsqueda y localización de restos cadavéricos' en 'determinadas fincas' propiedad de Villaverde, imputado por un delito de asesinato en relación a la desaparición de María José Arcos hace quince años.
El uso de este aparato, que se hará en función de su disponibilidad, según concretaron las mismas fuentes, había sido reclamado por la familia de la desaparecida al considerar que el imputado 'pudo haber enterrado' a María José en una de sus fincas. El informe de la Guardia Civil remitido al juzgado de Ribeira, dado a conocer a las partes, señalaba que en el registro de la vivienda de Ramiro Villaverde en el municipio coruñés de Teo se encontró una factura de 1996 de cinco meses antes de la desaparición el 15 de agosto de María José Arcos de doce kilos de cal en polvo, entre otros materiales de construcción como tubos. Además, los agentes hallaron diversa munición de varias armas.
Asimismo, los agentes que realizaron los registros, que se llevaron a cabo en la vivienda familiar del imputado en Cotobade (Pontevedra), también encontraron unos grilletes, aerosoles paralizantes y recortes de prensa sobre el caso de la desaparición.
María José Arcos tenía 35 años cuando desapareció el 15 de agosto de 1996 sin dejar rastro alguno de su paradero, mientras que su coche fue hallado días más tarde frente al faro de Corrubedo, en el municipio coruñés de Ribeira, en cuyo interior se encontraba su cartera con documentación y otras pertenencias personales, aunque no se halló huella alguna.
El uso de este aparato, que se hará en función de su disponibilidad, según concretaron las mismas fuentes, había sido reclamado por la familia de la desaparecida al considerar que el imputado 'pudo haber enterrado' a María José en una de sus fincas. El informe de la Guardia Civil remitido al juzgado de Ribeira, dado a conocer a las partes, señalaba que en el registro de la vivienda de Ramiro Villaverde en el municipio coruñés de Teo se encontró una factura de 1996 de cinco meses antes de la desaparición el 15 de agosto de María José Arcos de doce kilos de cal en polvo, entre otros materiales de construcción como tubos. Además, los agentes hallaron diversa munición de varias armas.
Asimismo, los agentes que realizaron los registros, que se llevaron a cabo en la vivienda familiar del imputado en Cotobade (Pontevedra), también encontraron unos grilletes, aerosoles paralizantes y recortes de prensa sobre el caso de la desaparición.
María José Arcos tenía 35 años cuando desapareció el 15 de agosto de 1996 sin dejar rastro alguno de su paradero, mientras que su coche fue hallado días más tarde frente al faro de Corrubedo, en el municipio coruñés de Ribeira, en cuyo interior se encontraba su cartera con documentación y otras pertenencias personales, aunque no se halló huella alguna.
