La Policía Local detuvo recientemente a un individuo originario de Bolivia de 31 años de edad, S.L.F., por un supuesto delito de quebrantamiento de condena, al ser sorprendido cuando incumplía la orden de alejamiento de su esposa que tiene en vigor.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 17.55 horas en la cafetería Sol y Luna, ubicada en el número 135 de la calle Urzáiz, cuando una dotación policial acudió al establecimiento para hacer entrega a la propietaria del local de una notificación de cese de actividad, ordenada por la Gerencia Municipal de Urbanismo .
Así, los agentes encontraron en el interior de la cafetería a dos personas jugando a las cartas y, al dirigirse a ellos para su identificación y pedirles que abandonaran el local, los policías comprobaron que uno de ellos era el marido de la propietaria del establecimiento. Este hombre tiene en vigor una orden de alejamiento, por lo que fue detenido.
Fuentes de la Policía Local informaron que existen un gran número de denuncias vecinales ocasionadas por motivo de ruido en este local, al tiempo que recordaron que la propietaria, de iniciales L.C., fue detenida junto a su marido por un supuesto delito de atentado a la autoridad el pasado 13 de octubre, en un altercado ocurrido en el propio bar.
A raíz de esta detención, la mujer denunció a un agente de la Policía Local, al que acusó de agresiones y racismo aunque el concejal de Seguridad vigués, Xulio Calviño, negó que se hubiesen dado estos hechos y defendió la labor de las fuerzas de seguridad.
Así, los agentes encontraron en el interior de la cafetería a dos personas jugando a las cartas y, al dirigirse a ellos para su identificación y pedirles que abandonaran el local, los policías comprobaron que uno de ellos era el marido de la propietaria del establecimiento. Este hombre tiene en vigor una orden de alejamiento, por lo que fue detenido.
Fuentes de la Policía Local informaron que existen un gran número de denuncias vecinales ocasionadas por motivo de ruido en este local, al tiempo que recordaron que la propietaria, de iniciales L.C., fue detenida junto a su marido por un supuesto delito de atentado a la autoridad el pasado 13 de octubre, en un altercado ocurrido en el propio bar.
A raíz de esta detención, la mujer denunció a un agente de la Policía Local, al que acusó de agresiones y racismo aunque el concejal de Seguridad vigués, Xulio Calviño, negó que se hubiesen dado estos hechos y defendió la labor de las fuerzas de seguridad.
