El jefe del Grupo de Respuesta Especial al Crimen Organizado (Greco) que opera en Galicia desde 2006, Antonio Martínez Duarte, contó ayer que los narcotraficantes actuales tienen mucha 'menos entidad' que los antiguos, entre los que estarían Laureano Oubiña, Sito Miñanco, el fallecido Pablo Vioque o los Charlines. 'Puede haber uno o dos grupos que tengan mucha fuerza, y que sean igual de fuertes, de grandes, y con la misma capacidad económica' que los históricos, pero 'el resto está a lo que se les diga, oye que tienes que salir, por cuánto, pues te cobro el 6%, adelántame dinero, no, aquí ya no se adelanta, te lo pago en espe
'Puede haber uno o dos grupos que tengan mucha fuerza, y que sean igual de fuertes, de grandes, y con la misma capacidad económica' que los históricos, pero 'el resto está a lo que se les diga, oye que tienes que salir, por cuánto, pues te cobro el 6%, adelántame dinero, no, aquí ya no se adelanta, te lo pago en especias cuando culmines la operación', detalló Duarte.
Añadió que existe el 'lanchero experimentado' y el 'amateur', 'con jóvenes, muy jóvenes', y explicó que los capos colombianos siguen 'controlando los barcos' pero en el caso del gancho ciego -técnica utilizada para ocultar droga en contenedores- 'no hay un grupo étnico concreto encargado de eso'. 'Se envían muchas menos cantidades, con lo cual, se necesitan muchos menos medios. Es más elaborado traer mercancía oculta, o que luego haya que procesar. Para hacer un gancho ciego, abrir un contenedor allí y aquí, no se necesita tanta infraestructura', puntualizó.
'Por eso los colombianos lideran los barcos, pero para los contenedores hay distintos grupos, Chile, Perú, Brasil, Bolivia, los búlgaros están cogiendo fuerza' y Argentina cobra un papel 'importantísimo' como se vio en las operaciones Guadaña (2010) y Carbón (2012).
SIN CONTACTO CON LA DROGA
Duarte comentó que los grandes 'capos' no tienen contacto directo con la droga, y que los pesqueros 'se siguen usando, como siempre', aunque en un tiempo se recurrió 'a grandes embarcaciones, tipo yate, que no daban el perfil de lo que se solía buscar'. También destacó el papel de las 'narcoempresas', que en todo momento han estado ahí, 'y en este concepto entran todos aquellos que usan sus empresas legales para ayudar al traficante, lancheros, vendedores de motores, almacenistas, el que pone la sábana o cubierta a la lancha para que no se los vea por la noche...'. 'Suelen ofrecerse en grupo, o individualmente', subrayó.
En el caso de las intervenciones telefónicas, afirmó que 'somos muy pulcros, no podemos permitir que nuestro trabajo se vaya por la borda por cometer defectos'. Sobre el caso concreto de Laureano Oubiña, a quien la Audiencia Nacional abosolvió de blanquear más de 4,5 millones de euros procedentes de beneficios obtenidos por traficar con drogas al considerar nulas las conversaciones intervenidas durante la investigación, Duarte matizó: 'No sé exactamente qué ha ocurrido'.
Así, especificó que 'siempre se alega el tema de falta de control judicial, ya no tanto de la policía, sino la autorización en el control judicial efectivo. Es un problema que nos supera policialmente'.
Duarte recalcó que los intereses que produce el negocio del narcotráfico es un dinero complicado de detectar. 'Contamos con unidades especializadas para eso, encargadas de la recopilación de datos para aportar al juez', señaló.
Añadió que existe el 'lanchero experimentado' y el 'amateur', 'con jóvenes, muy jóvenes', y explicó que los capos colombianos siguen 'controlando los barcos' pero en el caso del gancho ciego -técnica utilizada para ocultar droga en contenedores- 'no hay un grupo étnico concreto encargado de eso'. 'Se envían muchas menos cantidades, con lo cual, se necesitan muchos menos medios. Es más elaborado traer mercancía oculta, o que luego haya que procesar. Para hacer un gancho ciego, abrir un contenedor allí y aquí, no se necesita tanta infraestructura', puntualizó.
'Por eso los colombianos lideran los barcos, pero para los contenedores hay distintos grupos, Chile, Perú, Brasil, Bolivia, los búlgaros están cogiendo fuerza' y Argentina cobra un papel 'importantísimo' como se vio en las operaciones Guadaña (2010) y Carbón (2012).
SIN CONTACTO CON LA DROGA
Duarte comentó que los grandes 'capos' no tienen contacto directo con la droga, y que los pesqueros 'se siguen usando, como siempre', aunque en un tiempo se recurrió 'a grandes embarcaciones, tipo yate, que no daban el perfil de lo que se solía buscar'. También destacó el papel de las 'narcoempresas', que en todo momento han estado ahí, 'y en este concepto entran todos aquellos que usan sus empresas legales para ayudar al traficante, lancheros, vendedores de motores, almacenistas, el que pone la sábana o cubierta a la lancha para que no se los vea por la noche...'. 'Suelen ofrecerse en grupo, o individualmente', subrayó.
En el caso de las intervenciones telefónicas, afirmó que 'somos muy pulcros, no podemos permitir que nuestro trabajo se vaya por la borda por cometer defectos'. Sobre el caso concreto de Laureano Oubiña, a quien la Audiencia Nacional abosolvió de blanquear más de 4,5 millones de euros procedentes de beneficios obtenidos por traficar con drogas al considerar nulas las conversaciones intervenidas durante la investigación, Duarte matizó: 'No sé exactamente qué ha ocurrido'.
Así, especificó que 'siempre se alega el tema de falta de control judicial, ya no tanto de la policía, sino la autorización en el control judicial efectivo. Es un problema que nos supera policialmente'.
Duarte recalcó que los intereses que produce el negocio del narcotráfico es un dinero complicado de detectar. 'Contamos con unidades especializadas para eso, encargadas de la recopilación de datos para aportar al juez', señaló.
