Una ley de Educación endurecerá las sanciones escolares y regulará, por vez primera, el ciberacoso

Los profesores tendrán estatus de autoridad pública docente

La nueva norma pretende incrementar la autoridad de los profesores. (Foto: Archivo)
El pasado mes de agosto varios alumnos del colegio público de Cea 'Virxe da Saleta' robaron en el interior de las instalaciones y posteriormente incendiaron el edificio.
Es una muestra extrema de la conflictividad del sistema educativo gallego, con un nivel reducido (cada curso se abren 2 expedientes disciplinarios por cada 1.000 alumnos) en comparación con otras comunidades autónomas. Los cuatro implicados en el robo e incendio de su propio centro de Cea fueron expulsados. Esa y otras sanciones escolares podrán resolverse en la mitad de tiempo con la Lei de Convivencia e Participación Educativa que prepara la consellería de Educación para aplicar en los centros públicos y concertados, desde Infantil a ESO.

El borrador de la ley, que inicia ahora su recorrido de consultas antes de ser aprobada por la Xunta, considera sancionables las 'condutas contrarias á convivencia' dentro del recinto escolar (incluido el comedor), pero también las actividades complementarias o extraescolares realizadas fuera, como el transporte escolar o un viaje de estudios. Es el caso de una pelea entre compañeros fuera del centro.


CIBERACOSO EN LA RED

En 2007 un escolar de Boiro pateaba a otro en la calle y un tercero grababa con su móvil mientras jaleaba al agresor. Supimos de ello porque colgó el vídeo en Internet. La acción quedaba fuera de la competencia del colegio, pero no lo sería con la futura ley, que amplía la autoridad colegial al ámbito tecnológico, regulándolo por vez primera en España.

La norma considerará grave la 'difusión por calquera medio de imaxes ou informacións que atenten contra o dereito á honra, á intimidade persoal e familiar e á propia imaxe dos demais membros da comunidade educativa'. Incluye la crítica en las redes sociales a un profesor u otro alumno, con la intención de poner freno a una práctica que se ha extendido entre un determinado sector de jóvenes. Hasta ahora, el centro no podía actuar en casos de palizas entre alumnos a las puertas del colegio o del uso de Internet para difamar a otro compañero o profesor y el caso pasaba a ser asunto exclusivamente policial o judicial. En adelante, el colegio podrá adoptar contra ellos las sanciones más graves: realizar tareas 'reeducadoras' en horario no lectivo que ayuden al joven a comprender que no actúa bien, suspensión de asistencia a determinadas clases o actividades, expulsión del centro de 4 a 15 días o expulsión definitiva y cambio de colegio. Serán acciones igualmente graves el acoso escolar (el que se produce entre alumnos) y el portar objetos peligrosos, como najavas. Las sanciones se resolverán en un máximo de 22 días, frente a los dos meses de ahora.

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