La Cidade da Cultura sólo tendrá operativos dos edificios, y la estación del AVE no estará hasta 2012

Proyectos señeros previstos para Compostela no estarán listos para el próximo Año Santo

Vista de las obras de la ciudad de la cultura.
Los turistas que visiten Santiago en 2010 verán más andamios y grúas de los que les gustaría. Muchos de los que estaban llamados a ser principales atractivos para el próximo Xacobeo no estarán listos. La restauración del Pórtico de la Gloria no finalizará hasta 2011; peor será la Cidade da Cultura: sólo dos edificios estarán operativos cuando abra la Puerta Santa. Santiago tampoco contará para el año jubilar con tres piezas clave para la recepción de visitantes: estación del AVE, tercer carril de la AP-9 y nueva terminal del aeropuerto de Lavacolla.
Es casi un ritual al entrar en la plaza del Obradoiro. Cruzar el arco, menospreciar visualmente el Hostal dos Reis Católicos, fijar la mirada en el Pazo de Raxoi y dar un giro para contemplar la fachada de la catedral.

Unos segundos para el asombro, las fotos de rigor y últimos pasos antes de abrazar al Apóstol.

Cuando los peregrinos crucen la puerta de la catedral se encontrarán con una desagradable sorpresa. Una fachada metálica cubre el Pórtico de la Gloria. La restauración de la obra del Maestro Mateo no estará finalizada, en contra de los pronósticos iniciales, para el próximo Año Santo. Los andamios impiden la vista a ras de suelo, pero ofrecen una oportunidad única para ver desde las alturas las figuras del Pórtico.

No serán las únicas obras inacabadas que se toparan los visitantes en 2010. La Cidade da Cultura seguirá en construcción.

Los edificios del Archivo Nacional y la Biblioteca Nacional estarán a pleno rendimiento antes de que finalice este año. La Xunta aprovechará esta circunstancia para presentar internacionalmente el complejo del Gaiás, pese a que el Escenario Obradoiro y el Centro Internacional de Arte no estarán rematados hasta el año 2012.

El bipartito achaca los retrasos acumulados al parón obligatorio para redefinir los contenidos e instaurar un modelo de gestión que garantizase la viabilidad económica. El Ejecutivo autonómico frena las críticas alegando que el presupuesto estimado, superior a los 475 millones de euros, permanece invariable y asegura que las obras están ejecutadas en la actualidad en casi un 60%.

Enigmas por resolver

Los accesos a la Cidade da Cultura desde la Autopista del Atlántico siguen siendo un enigma. El inicio de las obras para el tercer carril de la AP-9 sigue pendiente de la autorización ambiental. La redacción y tramitación del proyecto se ralentizó en los últimos meses por ‘problemas con las concesionarias’ y ahora depende de las negociaciones con Citygroup, empresa de servicios financieros que gestiona la autopista tras la venta de Itínere por parte de Sacyr.

Donde habrá obras es en el centro de la capital gallega. El Hórreo, una de las arterias de la ciudad en la que se producen los mayores atascos, sufrirá una profunda transformación; la construcción de cuatro carriles subterráneos permitirá reducir en un 75% el tráfico de esta vía, que será un bulevar urbano.

Tras varias semanas de catas en el entorno, los movimientos de tierras para la construcción del túnel de la Galuresa podrían comenzar en las próximas semanas. La previsión del Ayuntamiento es que durante los 28 meses de ejecución de las obras no se cortará el tráfico ni en el Hórreo ni en la avenida Antón Fráguas, pero serán necesarios cortes puntuales que complicarán todavía más la circulación en el punto negro de Compostela.

La presencia en el subsuelo de numerosas conducciones y pozos de agua ha obligado a la constructora a ralentizar los trabajos de excavación. Los técnicos han descubierto en las últimas semanas muchas cosas que no aparecen en los planos, que suelen coincidir muy poco con lo que aparece bajo tierra. Los trabajos se prolongarán, en el mejor de los casos, hasta 2011.

Las concejalías de Turismo y Obras coordinan sus trabajos para que todo salga lo mejor posible en el año jubilar. El mes de noviembre se creaba la Comisión de Cooperación para a Xestión e Desenvolvemento do Ano Santo, en la que también participa la Xunta y el Consello da Capitalidade. Todos coinciden en que el túnel de la Galuresa es la mayor preocupación porque confían en que ‘la mayoría de las actuaciones que están en marcha o se van a iniciar en los próximos meses estarán listas para el Año Santo’.

La terminal del aeropuerto, otra previsión incumplida

No todos llegan a Compostela por el Camino. Los que en 2010 lo hagan en tren o en avión se encontrarán con unas infraestructuras semejantes a las del anterior Año Santo. La ampliación de la terminal y de la pista de Lavacolla hasta los 3.800 metros era una de las medidas proyectadas para hacerle frente a crisis en el transporte aéreo y potenciar la internacionalización del aeropuerto santiagués de cara a la próxima cita jubilar.

El inicio de las obras acumula retrasos desde que, a finales del verano, el alcalde compostelano anunciara la pronta movilización de excavadoras y piquetas. Los técnicos del Concello aseguran que ‘el proyecto está adjudicado y las obras comenzarán en un plazo corto de tiempo’, pero también reconocen que los ‘trabajos se demorarán, como mínimo, hasta octubre o noviembre de 2010’.

El AVE tardará mucho más en llegar. El convenio para la construcción de la nueva estación central se firmará en la primera mitad de este año, pero no estará operativa hasta 2012. Con más de dos millones de viajeros anuales, la estación compostelana es la más utilizada de Galicia y ya ha sufrido varias remodelaciones en los últimos años.

El viejo edificio, inaugurado por Franco en la década de los cincuenta, será demolido para levantar un complejo de mayores dimensiones. Además de la estación de ferrocarril, en la zona también se ubicará una estación de autobuses de gran capacidad. La nueva central de viajeros, que tendrá una fisonomía totalmente diferente a la actual, está diseñada para dar cabida al previsible incremento de usuarios que llegarán a la capital gallega en los trenes de alta velocidad.

La última propuesta de ADIF rebaja el aprovechamiento urbanístico de la zona y reduce el espacio destinado a usos comerciales; descarta, por tanto, la posibilidad de construir una gran área con la que pretendía financiar parcialmente el proyecto. Se imponen la tesis de los técnicos municipales, que se había opuesto a la ubicación del centro comercial porque podría provocar una masiva afluencia de vehículos a una zona que ya soporta en la actualidad demasiado tráfico.


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