El PSOE y el PP proponen una ley de tiempos de espera y el BNG ordenar a los pacientes según la necesidad

Las listas de espera han centrado los debates políticos sobre la Sanidad, sobre todo por una cuestión de números que parecían evidenciar una difícil situación del sistema público y ante los que los tres partidos proponen en sus programas electorales una ley o medidas que traten de mejorarla.
Ante las próximos comicios del 1 de marzo, el PSOE apuesta por una ley que regule los tiempos medios de espera, de 30 días para consultas y 50 para operaciones quirúrgicas, y también se compromete a que la asistencia no urgente en atención primara no supere las 24 horas en días laborables.

El PPdeG, que critica en su programa la gestión del Gobierno bipartito en Sanidad al acusarlo de tener ‘más de 20.000 pacientes en listas de espera ocultas en cirugía’, propone una ley que marca 45 días de demora máxima para consultas y pruebas diagnósticas y 60 para intervenciones quirúrgicas.

Sin embargo, el BNG, que sitúa la raíz de los principales problemas en la ‘herencia recibida de la gestión del PPdeG’, aboga por aplicar tiempos de atención garantizada y que los pacientes se ordenen según la necesidad de ser atendidos.

Por ello, propone un ‘pacto’ con las otras fuerzas políticas sobre el sistema de información de las listas de espera.

El programa socialista incluye además la consideración de que es ‘fundamental’ poner en marcha un Acuerdo Social por la mejora y la sostenibilidad del Sistema Público de Salud, y se compromete a aprobar una Ley de Salud Pública de Galicia y otra de Farmacia.

Asimismo, propone ejecutar un Plan Integral de Urgencias; establecer un Plan de Calidad y Confortabilidad de los Servicios Sanitarios; crear una ventana única que facilite a la ciudadanía las consultas y los trámites administrativos; y reducir las tarjetas sanitarias a 1.250 por médico de familia y a 900 por pediatría.

Por su parte, el PPdeG, que se marca la ‘buena gestión’ en sanidad como objetivo, promete crear unidades de atención integral a la mujer; un programa de revisiones preventivas en atención primaria para detectar problemas de salud de alta prevalencia y otro programa de termalismo terapéutico que complementará el de Termalismo Social.

El programa de los populares alude al establecimiento de un plan de mejora de atención farmacoterapéutica mediante implantación de tarjeta y receta electrónica; a ampliar la libre elección de hospital y médico; o crear una oficina de elaboración del testamento vital en todos los centros hospitalarios.

Las propuestas del BNG pasan por ‘alcanzar un pacto político’ debido a ‘la complejidad’ del sistema sanitario público; por universalizar las prestaciones; cambiar el modelo de gestión; y reformar el sistema de asignación de recursos a centros sanitarios, basándose en la estructura poblacional y en indicadores de Salud.

En este sentido, es partidario de ‘simplificar’ el organigrama de la Consellería de Sanidad y del Sergas, en el que integraría las denominadas 'nuevas formas de gestión' -el 061 o Galaria-; y de crear el ‘Area sanitaria’ como unidad territorial de gestión, lo que supondría la desaparición de Direcciones Provinciales del Sergas y de las Delegaciones Provinciales de la Consellería de Sanidad.

Asimismo, los tres partidos establecen en sus programas medidas para mejorar las condiciones laborales de los profesionales de la sanidad; promocionar la salud y hábitos saludables, con especial atención a evitar el consumo de tabaco, alcohol y otras drogas; y para implantar las nuevas tecnologías en el sistema sanitario.

Además, PsdeG, PPdeG y BNG dedican espacio en sus programas a la atención sexual, y la principal diferencia entre ellos es que los populares no especifican acciones para personas transexuales, mientras que los socialistas se comprometen a ofrecerles ‘atención integral’, y los nacionalistas a crear una unidad interdisciplinar para atender las operaciones de reasignación de sexo.

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