El presidente del PP, Mariano Rajoy, reivindicó la necesidad de cambiar la política económica del presidente del Gobierno central, José Luis Rodríguez Zapatero, que no conduce a ninguna parte, así como los próximos Presupuestos Generales del Estado (PGE), que son cada vez peores y sólo traerán a España más déficit, más paro y más impuestos.
Así se pronunció el jefe de filas 'popular' en la localidad pontevedresa de Silleda, donde manifestó su preocupación por las cuentas estatales que aprueba en esta jornada el Consejo de Ministros, especialmente en lo que respecta a la anunciada subida de impuestos, que criticó duramente y calificó de nuevo engaño de Zapatero.
Arropado por más de 15.000 militantes, Rajoy advirtió que los presupuestos deberían ser un instrumento para salir de la crisis y lamentó que, por el contrario, las cuentas diseñadas por el Ejecutivo central para 2010 sólo servirán, al igual que en este ejercicio, para incrementar el déficit y el paro. Y también para subir los impuestos, aunque prometió en su debate de investidura y en numerosas ocasiones que no lo haría, denunció.
¿Sabéis quién dijo que bajar impuestos es de izquierdas? ¿Que no tenía ninguna intención de subir los tributos? ¿Que los superávit acumulados permitirían superar la crisis sin hacerlo? Es ese que engañó a todos los españoles y que se llama Zapatero, recordó el dirigente 'popular', quien recalcó que el presidente estatal miente de nuevo cuando dice que la subida fiscal afectará sólo a los ricos.
Es mentira, sentenció Mariano Rajoy, y auguró que la nueva medida fiscal afectará sobre todo a las clases medias y a los trabajadores. Es otro engaño más de un dirigente incapaz de gobernar y de decir la verdad a los ciudadanos, alertó y concluyó que esto es lo mínimo que se le puede exigir a quien representa a todos los españoles. No contar mentiras es el presupuesto básico para generar confianza en la economía, remachó.
DEUDA DE LAS COMUNIDADES
Por otra parte, Mariano Rajoy criticó que Rodríguez Zapatero pretenda ahora que las comunidades paguen sus errores, equivocaciones y despilfarros con el abono de 15.000 millones de euros por los anticipos recibidos a cuenta bajo el argumento de la solidaridad. No lo seremos, advirtió y agregó que el PP será solidario con los ciudadanos que quieren trabajar y no pueden, con los que persigue Hacienda, y con quien lo pasa mal. Pero no pagaremos las gracias y errores de Zapatero, recalcó.
Con esta visión, coincidió el líder del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, quien insistió en que nadie puede dar lo que no tiene, no porque no quiera sino porque no lo tiene, en referencia al pago de los 1.900 millones de deuda adquirida por la comunidad. A Galicia no le dieron lo que necesitaba y ahora nos piden lo que no tenemos, denunció y señaló que, con la nueva subida de impuestos, volverá a perder.
Ahora tenemos que pagar la factura del dinero que gastaron otros y cuando se nos diga, indicó y advirtió de que no está dispuesto a ello. Nos sentaremos y hablaremos, pero Galicia no puede poner en juego las prestaciones sociales, advirtió e insistió en que no puede pagar los 1.900 millones de deuda. No porque no queramos, porque no podemos, concluyó.
El presidente agradeció a todos el milagro del 1-M
Gracias, gracias a todos, proclamó el presidente de la Xunta, Alberto Núñez, arropado por más de 15.000 militantes para cuyo desplazamiento desde las cuatro provincias gallegas se movilizaron un total de 240 autobuses. Feijóo arrancó su intervención hizo felicitando a los militantes por su paciencia. Habéis tenido que recorrer un largo camino, no sólo de días ni de horas, sino de años, incidió.
Alberto Núñez Feijóo, que antecedió a Rajoy en el uso de la palabra, también se mostró convencido de su futura victoria en el ámbito estatal y bromeó sobre los comentarios que lo sitúan como favorito de su jefe de filas, que posteriormente apostó por trasladar su modelo de gobierno a España. Esta semana fui a Madrid y allí dicen cosas sorprendentes; que Feijóo es el favorito de Rajoy, comentó Feijóo para sentenciar, al tiempo, que Rajoy no tiene favoritos, tiene favorita. La favorita de Rajoy se llama Galicia, proclamó y dio las gracias a su jefe de filas por tener a su tierra en esta consideración.
Chegou o momento ¡Chegou o momento!, aseveró Feijóo en honor al que fue su lema de campaña en las pasadas municipales antes de rendir homenaje a Galicia, a la que se refirió como la tierra bendita en la que nacimos, trabajaremos y moriremos, así como a todos los que, durante casi cuatro años defendieron los principios y dijeron que Feijóo no era tan malo como lo pintaban en la televisión del bipartito.
Aquí está el equipo de los 15.000 que hicieron posible la victoria de los principios, ideas, valores, trabajo, humildad, determinación y valentía, el que hizo posible el milagro democrático de las autonómicas, recalcó y se mostró muy orgulloso no sólo de presidir Galicia -su máxima aspiración- sino de pertenecer al PP.
En este escenario, Alberto Núñez Feijóo incidió en que ganar las elecciones no es un fin sino una herramienta con la que ponerse a trabajar para levantar el país. A continuación, repasó varias de las medidas que ha impulsado desde el Ejecutivo autonómico -con espe cial atención a las económicas y socialesy ofreció un gobierno unido, cabal, honesto y austero hasta el final de la legislatura, frente a la división y descomposición de PSdeG y BNG.
Cometeremos errores y pediremos perdón, pero me comprometo a que dentro de cuatro años no se conozca a Galicia por el sectarismo, división, imposición y despilfarro, garantizó y aseguró que a él, frente a los dirigentes del anterior Gobierno bipartito, lo que más le preocupa es la herencia que reciban futuros gobernantes. Así las cosas, demandó más ayuda a los suyos para superar el reto de acometer la segunda modernización de Galicia, para lo que comprometió honestidad y verdad.
Arropado por más de 15.000 militantes, Rajoy advirtió que los presupuestos deberían ser un instrumento para salir de la crisis y lamentó que, por el contrario, las cuentas diseñadas por el Ejecutivo central para 2010 sólo servirán, al igual que en este ejercicio, para incrementar el déficit y el paro. Y también para subir los impuestos, aunque prometió en su debate de investidura y en numerosas ocasiones que no lo haría, denunció.
¿Sabéis quién dijo que bajar impuestos es de izquierdas? ¿Que no tenía ninguna intención de subir los tributos? ¿Que los superávit acumulados permitirían superar la crisis sin hacerlo? Es ese que engañó a todos los españoles y que se llama Zapatero, recordó el dirigente 'popular', quien recalcó que el presidente estatal miente de nuevo cuando dice que la subida fiscal afectará sólo a los ricos.
Es mentira, sentenció Mariano Rajoy, y auguró que la nueva medida fiscal afectará sobre todo a las clases medias y a los trabajadores. Es otro engaño más de un dirigente incapaz de gobernar y de decir la verdad a los ciudadanos, alertó y concluyó que esto es lo mínimo que se le puede exigir a quien representa a todos los españoles. No contar mentiras es el presupuesto básico para generar confianza en la economía, remachó.
DEUDA DE LAS COMUNIDADES
Por otra parte, Mariano Rajoy criticó que Rodríguez Zapatero pretenda ahora que las comunidades paguen sus errores, equivocaciones y despilfarros con el abono de 15.000 millones de euros por los anticipos recibidos a cuenta bajo el argumento de la solidaridad. No lo seremos, advirtió y agregó que el PP será solidario con los ciudadanos que quieren trabajar y no pueden, con los que persigue Hacienda, y con quien lo pasa mal. Pero no pagaremos las gracias y errores de Zapatero, recalcó.
Con esta visión, coincidió el líder del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, quien insistió en que nadie puede dar lo que no tiene, no porque no quiera sino porque no lo tiene, en referencia al pago de los 1.900 millones de deuda adquirida por la comunidad. A Galicia no le dieron lo que necesitaba y ahora nos piden lo que no tenemos, denunció y señaló que, con la nueva subida de impuestos, volverá a perder.
Ahora tenemos que pagar la factura del dinero que gastaron otros y cuando se nos diga, indicó y advirtió de que no está dispuesto a ello. Nos sentaremos y hablaremos, pero Galicia no puede poner en juego las prestaciones sociales, advirtió e insistió en que no puede pagar los 1.900 millones de deuda. No porque no queramos, porque no podemos, concluyó.
El presidente agradeció a todos el milagro del 1-M
Gracias, gracias a todos, proclamó el presidente de la Xunta, Alberto Núñez, arropado por más de 15.000 militantes para cuyo desplazamiento desde las cuatro provincias gallegas se movilizaron un total de 240 autobuses. Feijóo arrancó su intervención hizo felicitando a los militantes por su paciencia. Habéis tenido que recorrer un largo camino, no sólo de días ni de horas, sino de años, incidió.
Alberto Núñez Feijóo, que antecedió a Rajoy en el uso de la palabra, también se mostró convencido de su futura victoria en el ámbito estatal y bromeó sobre los comentarios que lo sitúan como favorito de su jefe de filas, que posteriormente apostó por trasladar su modelo de gobierno a España. Esta semana fui a Madrid y allí dicen cosas sorprendentes; que Feijóo es el favorito de Rajoy, comentó Feijóo para sentenciar, al tiempo, que Rajoy no tiene favoritos, tiene favorita. La favorita de Rajoy se llama Galicia, proclamó y dio las gracias a su jefe de filas por tener a su tierra en esta consideración.
Chegou o momento ¡Chegou o momento!, aseveró Feijóo en honor al que fue su lema de campaña en las pasadas municipales antes de rendir homenaje a Galicia, a la que se refirió como la tierra bendita en la que nacimos, trabajaremos y moriremos, así como a todos los que, durante casi cuatro años defendieron los principios y dijeron que Feijóo no era tan malo como lo pintaban en la televisión del bipartito.
Aquí está el equipo de los 15.000 que hicieron posible la victoria de los principios, ideas, valores, trabajo, humildad, determinación y valentía, el que hizo posible el milagro democrático de las autonómicas, recalcó y se mostró muy orgulloso no sólo de presidir Galicia -su máxima aspiración- sino de pertenecer al PP.
En este escenario, Alberto Núñez Feijóo incidió en que ganar las elecciones no es un fin sino una herramienta con la que ponerse a trabajar para levantar el país. A continuación, repasó varias de las medidas que ha impulsado desde el Ejecutivo autonómico -con espe cial atención a las económicas y socialesy ofreció un gobierno unido, cabal, honesto y austero hasta el final de la legislatura, frente a la división y descomposición de PSdeG y BNG.
Cometeremos errores y pediremos perdón, pero me comprometo a que dentro de cuatro años no se conozca a Galicia por el sectarismo, división, imposición y despilfarro, garantizó y aseguró que a él, frente a los dirigentes del anterior Gobierno bipartito, lo que más le preocupa es la herencia que reciban futuros gobernantes. Así las cosas, demandó más ayuda a los suyos para superar el reto de acometer la segunda modernización de Galicia, para lo que comprometió honestidad y verdad.
