Los coches atravesaron tres distritos lusos antes de abandonarlo amordazado y herido en Chaves

El secuestrado en Vigo era un testigo protegido por un asesinato en una discoteca de Oporto

El coche de la víctima apareció ardiendo a poca distancia del hombre, amordazado y con los pantalones bajados.
Los secuestradores de J. Pires, el portugués raptado en la madrugada del miércoles en la avenida de Peinador, recorrieron más de 230 kilómetros con la víctima en el maletero antes de dejarlo herido en un monte de Chaves. El hombre, que trabaja en un concesionario en Gondomar —en el área metropolitana de Oporto—, era uno de los testigos del macro-proceso sobre el asesinato del portero de una discoteca portuense y está presuntamente relacionado con el tráfico de droga a pequeña escala.
Pires había manifestado en varias ocasiones que temía por su vida e, incluso, desde el juicio contra el asesino del portero, pasaba largas temporadas en la zona de Vigo. La Policía Judicial continúa las investigaciones mientras que el herido sigue internado en un hospital con numerosas fracturas. Sus temores se hicieron realidad. Cuatro individuos armados le secuestraban cuando salía de un establecimiento hotelero de Peinador. Los bomberos de Vidago que acudieron a sofocar el incendio y encontraron al hombre no han conseguido todavía responder a una cuestión: ‘¿por qué atravesaron medio país para dejarlo aquí? Son muchos kilómetros con alguien dentro del maletero’, comentaba uno de los efectivos. Un lugar que además ‘hay que conocer para saber que existe’, ya que el camino de tierra lleva a la cima de una montaña en la que no hay viviendas en las proximidades. Y es que el recorrido es de unos 230 kilómetros que tuvieron que hacer armados y con un hombre atado y amordazado en el maletero. Para llegar hasta el municipio de Chaves hay que cruzar los distritos de Viana do Castelo, Braga y el de Vila Real. El camino más recto, las autopistas A3 (Valença-Oporto), con desvío en Braga hacia Guimaes y continuación por la autopista de Vila Pouca de Aguiar, supone pasar por cuatro peajes, y después seguir por la N-2 hasta Vidago. La otra opción es atravesar el Geres (zona boscosa y montañosa) por carreteras secundarias que pasan por numerosas poblaciones.


Con los pantalones bajados

El estado en el que los bomberos de Vidago encontraron a J. Pires anunciaba lo peor. La víctima estaba a unos 500 metros de la entrada del camino forestal, tirado en el suelo con los pantalones bajados, los ojos vendados y las manos y piernas atadas. A unos 150 metros se encontraba su coche todavía ardiendo. Precisamente fue el humo del incendio el que permitió encontrarlo, porque según reconocen los bomberos ‘de otra forma nadie lo habría visto. Aquel camino sólo va a la cima del monte y no pasa casi nadie’. El hombre fue trasladado a un hospital de la zona, en la ciudad e Chaves, donde le diagnosticaron un brazo roto, numerosos hematomas y lesiones internas. La víctima apenas dijo que le habían secuestrado en Valença para robarle. El hombre ya abandonó el hospital, pese a la gravedad de sus heridas.

Te puede interesar