Taxistas de Santiago consideran que ningún dispositivo de seguridad que se instale en los vehículos para evitar ataques a los conductores, así como para dar alarma instantánea tras un asalto, nunca es suficiente para defenderse de un ataque, después de un taxista fuese agredido por dos individuos que solicitaron un servicio por Radio Taxi.
Así lo expresó hoy en declaraciones el presidente de la asociación del colectivo de taxistas de Santiago de Compostela, Jesús Pena, en relación a la agresión en la zona de Monte do Gozo, a cinco quilómetros aproximadamente del núcleo urbano de la capital gallega.
En este sentido, el representante del gremio explicó que el colectivo no tiene pensado reivindicar de manera específica un aumento de los dispositivos de seguridad instalados en los automóviles a raíz del incidente, aunque reconoció que cualquier tipo de mecanismos capaz de aumentar la seguridad laboral del sector nunca es suficiente.
Así, argumentó que la introducción de aparatos de seguridad no son garantía para minimizar la violencia de la sociedad y tampoco una actuación del conductor. Los ponemos, ¿y qué?, aseveró. Así, se refirió al conductor asaltado y explicó que estaba tan nervioso que no pulsó el botón de alarma de los que disponen los taxis para dar voz de alerta a la central.
En esta línea, el presidente alegó que las agresiones laborales no afectan a un colectivo laboral en concreto sino que es una cuestión que está presente en toda la sociedad. Una dependiente de una tienda o una señora que acaba de comprar puede ser agredida en cualquier momento. Por ello, concluyó que la profesión no es más insegura que otra.
POSIBLE SOLUCION.
En cuanto a las posibles soluciones para aumentar la seguridad de los conductores, el representante se refirió a la incorporación de una mampara situada entre el conductor y el usuario, que se sentaría obligatoriamente en la parte trasera del vehículo, un mecanismo con el que países europeos como el Reino Unido ya cuentan.
A este respecto, se mostró escéptico, no tanto por lo que supone en materia de seguridad, sino por el hecho de que exige la complicidad del cliente. El usuario puede sentirse separado y alejado, aseguró. Añadió que la introducción de este tipo de mecanismo obliga a disponer de un vehículo de mayores dimensiones.
AGRESION.
Por otra parte, Jesús Pena confirmó que la Policía Nacional activó un dispositivo de búsqueda para encontrar a los agresores y comentó que esta misma mañana se acercó a la comisaría para conocer como proseguía la investigación. Esperamos que la policía los encuentre, aseveró Los hechos se remiten a ayer a última hora de la tarde, cuado un taxista fuera agredido en la tarde en el Monte do Gozo y resultase herido con lesiones en la cabeza tras ser atacado por dos jóvenes que lo golpearon con un objeto de madera parecido a un bate de béisbol. Los dos jóvenes, ambos vestidos con chándal, habían solicitado los servicios de un taxi entre las 19:30 y 19:45 de la tarde de ayer. Una vez dentro del vehículo y a unos 500 metros del punto en el que aguardaban al coche, uno de ellos comentó que se encontraba mal.
Ante esta situación, el taxista, de unos 50 años, estacionó el vehículo y los dos jóvenes aprovecharon para golpearlo y exigirle el dinero recaudado. Inmediatamente, el conductor bajó del automóvil, una reacción que sorprendió a los atracadores, según el presidente y los jóvenes huyeron.
El taxista fue trasladado al Hospital Clínico después de que llamase a la central para comunicar que había recibido un barrotazo parecido a un bate de béisbol pero de menores dimensiones, según contó el responsable del colectivo.
En este sentido, el representante del gremio explicó que el colectivo no tiene pensado reivindicar de manera específica un aumento de los dispositivos de seguridad instalados en los automóviles a raíz del incidente, aunque reconoció que cualquier tipo de mecanismos capaz de aumentar la seguridad laboral del sector nunca es suficiente.
Así, argumentó que la introducción de aparatos de seguridad no son garantía para minimizar la violencia de la sociedad y tampoco una actuación del conductor. Los ponemos, ¿y qué?, aseveró. Así, se refirió al conductor asaltado y explicó que estaba tan nervioso que no pulsó el botón de alarma de los que disponen los taxis para dar voz de alerta a la central.
En esta línea, el presidente alegó que las agresiones laborales no afectan a un colectivo laboral en concreto sino que es una cuestión que está presente en toda la sociedad. Una dependiente de una tienda o una señora que acaba de comprar puede ser agredida en cualquier momento. Por ello, concluyó que la profesión no es más insegura que otra.
POSIBLE SOLUCION.
En cuanto a las posibles soluciones para aumentar la seguridad de los conductores, el representante se refirió a la incorporación de una mampara situada entre el conductor y el usuario, que se sentaría obligatoriamente en la parte trasera del vehículo, un mecanismo con el que países europeos como el Reino Unido ya cuentan.
A este respecto, se mostró escéptico, no tanto por lo que supone en materia de seguridad, sino por el hecho de que exige la complicidad del cliente. El usuario puede sentirse separado y alejado, aseguró. Añadió que la introducción de este tipo de mecanismo obliga a disponer de un vehículo de mayores dimensiones.
AGRESION.
Por otra parte, Jesús Pena confirmó que la Policía Nacional activó un dispositivo de búsqueda para encontrar a los agresores y comentó que esta misma mañana se acercó a la comisaría para conocer como proseguía la investigación. Esperamos que la policía los encuentre, aseveró Los hechos se remiten a ayer a última hora de la tarde, cuado un taxista fuera agredido en la tarde en el Monte do Gozo y resultase herido con lesiones en la cabeza tras ser atacado por dos jóvenes que lo golpearon con un objeto de madera parecido a un bate de béisbol. Los dos jóvenes, ambos vestidos con chándal, habían solicitado los servicios de un taxi entre las 19:30 y 19:45 de la tarde de ayer. Una vez dentro del vehículo y a unos 500 metros del punto en el que aguardaban al coche, uno de ellos comentó que se encontraba mal.
Ante esta situación, el taxista, de unos 50 años, estacionó el vehículo y los dos jóvenes aprovecharon para golpearlo y exigirle el dinero recaudado. Inmediatamente, el conductor bajó del automóvil, una reacción que sorprendió a los atracadores, según el presidente y los jóvenes huyeron.
El taxista fue trasladado al Hospital Clínico después de que llamase a la central para comunicar que había recibido un barrotazo parecido a un bate de béisbol pero de menores dimensiones, según contó el responsable del colectivo.
