La dirección del Grupo Leche Pascual anunció la presentación de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará a la totalidad de la plantilla de la planta de Outeiro de Rei (Lugo), con 155 trabajadores y otros 70 de la planta de Aranda de Duero (Castilla-León).
Así lo confirmaron fuentes del comité de empresa de la planta lucense, que el próximo viernes mantendrán una reunión con la patronal, en la que también participará el comité de la planta de Aranda, en la localidad zamorana de Benavente.
El descenso en el consumo de leche y el acaparamiento del mercado por parte de las marcas blancas, son algunos de los argumentos que esgrime el grupo para llegar a esta situación.
Por otra parte, el coordinador provincial de Xovénes Agricultores (XX.AA.), Manuel López, lamentó esta situación que supone el cierre de la planta de Lugo, inaugurada en 1992.
Dijo además que esta situación viene a demostrar la inoperancia del ministerio de Medio Rural, Medio Ambiente y Marino, al permitir que empresas que se instalan aquí, con ayudas oficiales, se vayan de rositas y sin ninguna compensación a cambio.
De repente se levantan y se marchan por una circunstancia coyuntural, lamentó este sindicalista, quien denunció que la recogida que realizaba esta empresa, asumida parcialmente por Leche Río, deja a los productores en una situación de provisionalidad insostenible.
López argumentó que el ganadero gallego está en una situación de total indefensión al no tener garantizada la recogida ni un precio que cubra costes.
El portavoz de esta organización agraria afirmó que si no se toman medidas, el futuro de nuestro sector lácteo es muy complicado.
MEDIACIÓN DEL ALCADE DE OUTEIRO DE REI
Por otra parte, el alcalde de Outeiro de Rei, el popular, José Pardo Lombao, expresó su intención de reunirse mismo con directivos del Grupo Leche Pascual para conocer directamente los pormenores del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que ha planteado esta empresa.
Pardo Lombao explicó que el cierre es un caos para la zona, que verá como pierde a 155 trabajadores y también para el sector, ya que, explicó, la retirada de Pascual supone un competidor menos y esto cada vez está peor.
Sobre la actividad institucional que quiere desarrollar para intentar poner coto a este cierre, Pardo Lombao dijo que primero quiere hablar con ellos y conocer de primera mano cómo se llega a esta situación, concretó.
El alcalde puso especial énfasis en la necesidad de que se implique el ministerio de Medio Rural para garantizar la viabilidad de un sector que lo está pasando realmente mal. No sólo son los puestos de la planta, sino que también hay trabajos indirectos como pueden ser los transportistas que corren el mismo peligro, agregó.
La plantilla del centro lucense de Leche Pascual no sobrepasa los 17 años de antigüedad, excepto 3 o 4 trabajadores que acumulan 25 años, ya que llegaron a esta planta procedentes de otros centros de trabajo.
El descenso en el consumo de leche y el acaparamiento del mercado por parte de las marcas blancas, son algunos de los argumentos que esgrime el grupo para llegar a esta situación.
Por otra parte, el coordinador provincial de Xovénes Agricultores (XX.AA.), Manuel López, lamentó esta situación que supone el cierre de la planta de Lugo, inaugurada en 1992.
Dijo además que esta situación viene a demostrar la inoperancia del ministerio de Medio Rural, Medio Ambiente y Marino, al permitir que empresas que se instalan aquí, con ayudas oficiales, se vayan de rositas y sin ninguna compensación a cambio.
De repente se levantan y se marchan por una circunstancia coyuntural, lamentó este sindicalista, quien denunció que la recogida que realizaba esta empresa, asumida parcialmente por Leche Río, deja a los productores en una situación de provisionalidad insostenible.
López argumentó que el ganadero gallego está en una situación de total indefensión al no tener garantizada la recogida ni un precio que cubra costes.
El portavoz de esta organización agraria afirmó que si no se toman medidas, el futuro de nuestro sector lácteo es muy complicado.
MEDIACIÓN DEL ALCADE DE OUTEIRO DE REI
Por otra parte, el alcalde de Outeiro de Rei, el popular, José Pardo Lombao, expresó su intención de reunirse mismo con directivos del Grupo Leche Pascual para conocer directamente los pormenores del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que ha planteado esta empresa.
Pardo Lombao explicó que el cierre es un caos para la zona, que verá como pierde a 155 trabajadores y también para el sector, ya que, explicó, la retirada de Pascual supone un competidor menos y esto cada vez está peor.
Sobre la actividad institucional que quiere desarrollar para intentar poner coto a este cierre, Pardo Lombao dijo que primero quiere hablar con ellos y conocer de primera mano cómo se llega a esta situación, concretó.
El alcalde puso especial énfasis en la necesidad de que se implique el ministerio de Medio Rural para garantizar la viabilidad de un sector que lo está pasando realmente mal. No sólo son los puestos de la planta, sino que también hay trabajos indirectos como pueden ser los transportistas que corren el mismo peligro, agregó.
La plantilla del centro lucense de Leche Pascual no sobrepasa los 17 años de antigüedad, excepto 3 o 4 trabajadores que acumulan 25 años, ya que llegaron a esta planta procedentes de otros centros de trabajo.
