La Mancomunidad de Vecinos de Caritel, en Ponte Caldelas (Pontevedra) anunció nuevas medidas de presión en contra de los realojos de las familias gitanas de O Vao, consistentes en concentraciones semanales en el enclave turístico de Combarro, perteneciente al mismo municipio de Barro, y la carretera que une Pontevedra y Sanxenxo a través de esta localidad.
El objetivo de esta iniciativa es mantener 'candente' durante la época estival lo que la directiva vecinal califica de 'monumental chapuza política', originada por la adquisición de viviendas por parte del Ayuntamiento de Poio destinadas a las familias gitanas; una medida que la Mancomunidad tacha de 'irregular' y 'al margen de todo plan de integración'.
Actualmente, los vecinos de Caritel ya vienen concentrándose periódicamente ante las viviendas asignadas a las familias realojadas en esa localidad y ante el ayuntamiento de Poio durante la celebración de los plenos municipales. Con la nueva 'batería' de medidas de presión exigen 'que no se retarde artificiosamente' la solución al conflicto social.
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Por otra parte, la Mancomunidad de Vecinos de Caritel comunicará a la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra su participación en 'actos públicos y eventos' a los que asistan, tanto en la provincia como en Santiago, los principales titulares de las consellerías implicadas en la gestión de los realojos.
Las principales quejas las dirigen al vicepresidente de Igualdade, Anxo Quintana, al que consideran 'responsable máximo de grave conflicto administrativo, judicial y social' y al que también acusan de dispensar 'trato discriminatorio a Ponte Caldelas con respecto a Monte Porreiro', el barrio de Pontevedra donde la Xunta suspendió los realojos.
La Mancomunidad también está dispuesta a organizar, en colaboración con otras asociaciones, visitas al asentamiento chabolista de O Vao, para 'poner de manifiesto la miseria y marginación en la que permanece el poblado conocido como el hipermercado de la droga en Galicia'
Actualmente, los vecinos de Caritel ya vienen concentrándose periódicamente ante las viviendas asignadas a las familias realojadas en esa localidad y ante el ayuntamiento de Poio durante la celebración de los plenos municipales. Con la nueva 'batería' de medidas de presión exigen 'que no se retarde artificiosamente' la solución al conflicto social.
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Por otra parte, la Mancomunidad de Vecinos de Caritel comunicará a la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra su participación en 'actos públicos y eventos' a los que asistan, tanto en la provincia como en Santiago, los principales titulares de las consellerías implicadas en la gestión de los realojos.
Las principales quejas las dirigen al vicepresidente de Igualdade, Anxo Quintana, al que consideran 'responsable máximo de grave conflicto administrativo, judicial y social' y al que también acusan de dispensar 'trato discriminatorio a Ponte Caldelas con respecto a Monte Porreiro', el barrio de Pontevedra donde la Xunta suspendió los realojos.
La Mancomunidad también está dispuesta a organizar, en colaboración con otras asociaciones, visitas al asentamiento chabolista de O Vao, para 'poner de manifiesto la miseria y marginación en la que permanece el poblado conocido como el hipermercado de la droga en Galicia'
