Los organismos públicos sufrieron el lanzamiento de cócteles molotov

Un vigués, detenido por atacar oficinas de empleo

Un vecino de Vigo fue detenido por la Policía Nacional como uno de los presuntos autores del ataque con artefactos incendiarios en la oficina de empleo de la calle Baiona, en Coia.
El arrestado, que responde a las iniciales de M.N.A. y que según pudo saber este periódico presuntamente estaría vinculado laboralmente al sector del naval vigués, fue localizado por los agentes en el municipio de O Porriño, donde también se produjo otro atentado del mismo cariz en la delegación del Servicio Galego de Colocación del barrio de Torneiros, con el que se investiga también su posible relación. Además, la Guardia Civil busca a los responsables de la pintada y el lanzamiento de varias piedras contra la sede del PP en el municipio de A Guarda, que sufrió la rotura de una luna.

El detenido fue identificado gracias a la grabación de una cámara de seguridad que registró la matrícula del coche en el que se desplazaba. Todos los ataques tuvieron lugar en la madrugada de ayer en el espacio de apenas una hora.

El primero de los ataques tuvo lugar entre las dos y media y las tres menos cuarto de la madrugada. En ese lapsus de tiempo, unos desconocidos se colaron a través de las vallas metálicas el centro de empleo de Coia, rompieron el doble cristal de una de las ventanas situadas detrás de un gran bloque de piedra en el que se puede leer el nombre del edificio y lanzó en el interior de las instalaciones dos cócteles molotov de fabricación casera Los artefactos deflagraron en las inmediaciones de varias mesas atestadas de papales, prendiendo rápidamente el fuego en el mobiliario de oficina, los ordenadores y afectando hasta el doble techo. El fuego fue descubierto por un vecino del edificio de enfrente que dio la voz de alarma. Los daños registrados fueron cuantiosos, por lo que la oficina de empleo permaneció cerrada durante toda la mañana de ayer, estando previsto que hoy vuelva a la normalidad.

Una media hora después otros dos artefactos eran lanzados con menos puntería contra el centro de empleo de Torneiros, donde apenas se registraron daños en la ventana así como en algunos documentos que se encontraban encima de una de las mesas.

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