Visto para sentencia el juicio por atacar una oficina del INEM en Vigo

Telmo Varela y Miguel Nicolás, durante el juicio. (Foto: SALVADOR SAS)
Los abogados de Telmo Varela y Miguel Nicolás, los dos acusados por el ataque con cócteles molotov a una oficina del INEM de Vigo en diciembre de 2012, se aferraron ayer a las contradicciones de los dos únicos testigos de los hechos, que el fiscal atribuyó al 'miedo' a posibles represalias. A los procesados, miembros del sindicato CUT, se les imputan los delitos de tenencia de sustancias o aparatos explosivos e inflamables y daños en bienes de dominio público mediante incendio, con la agravante de disfraz para, de este modo, ocultar su identidad.
El ministerio público pide cinco años de cárcel para Nicolás y el doble para Varela por reincidencia, ya que fue condenado en 1994 a 18 años de cárcel por los delitos de robo con homicidio, homicidio y tenencia de armas, y porque cerca de su casa hallaron un zulo con material explosivo similar al empleado en la oficina del INEM.


MIEDO DE LOS TESTIGOS

En la segunda y última sesión del juicio, que quedó visto para sentencia, los abogados de Varela y Nicolás se apoyaron en las contradicciones de una expareja de los jóvenes en sus declaraciones en comisaría, en la fase de instrucción y durante la vista oral, para pedir su absolución respecto al sabotaje con explosivos. Contradicciones, sobre el color del coche, supuestamente el de Miguel Nicolás, en el que huyeron varios encapuchados tras atacar la oficina de Coia; sobre los números de la matrícula que vieron, y sobre quién se entrevistó con la Policía, que para la defensa desmontan 'la única prueba de cargo' contra sus clientes.

El fiscal alegó que estos testigos, que fueron quienes llamaron a los bomberos cuando vieron el incendio, se fueron retractando progresivamente en sus declaraciones iniciales 'por miedo'. El mismo 'miedo', alegó, que motivó que varios guardias civiles y policías declarasen durante la vista ocultos tras un biombo.

Además, el fiscal negó que la Policía indujera a los testigos a reconocer la matrícula, el modelo y el color del coche de Miguel Nicolás, e insistió en dar mayor 'credibilidad' a la declaración inicial de los testigos, cuando la chica aportó cuatro números y dos letras de la placa, antes de que fueran 'cogiendo miedo'.

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