El Parlamento dio via libre a los Presupuestos con el voto favorable de los diputados del PPdeG

La Xunta deberá gobernar en 2011 con 1.177 millones menos

Los diputados populares aplauden la aprobación de los presupuestos. (Foto: Vicente Pernía)
El Parlamento aprobó ayer los presupuestos de la Xunta para 2011, los segundos bajo el mandato de Alberto Núñez Feijóo. Contaron con los votos del grupo mayoritario, el PPdeG, que apenas aceptó cambios en la tramitación parlamentaria de las cuentas. Éstas ascienden a 10.548 millones de euros, si bien el gasto real es 1.177 millones menos -son 9.708 millones en total-, lo que supone una caída del 10,8 por ciento con respecto a 2010.
El debate transcurrió con arreglo al guión previsto, con el fracaso de la oposición para introducir cambios, si bien con anterioridad el PSdeG consiguió introducir cuatro enmiendas a las cuentas, por ninguna el BNG, como incrementar el 3 por ciento la votación para la Risga, si bien la oposición pidió un mayor compromiso e incorporar este compromiso al estado de gastos. Por el camino se quedaron más de mil enmiendas de socialistas y nacionalistas.

Paralelamente, las propuestas realizadas por el PPdeG fueron incorporadas a los presupuestos del próximo año, de forma que se incluyeron las siete enmiendas al estado de gastos y las 11 a la Ley de presupuestos que se registraron y entre las que se encuentran el pago mensual del fondo de cooperación local a los ayuntamientos.

En su intervención, el portavoz del BNG, Carlos Aymerich, censuró el 'dogma del déficit cero' que deriva a su juicio, 'déficit social'; mientras que Xaquín Fernández Leiceaga, del PSdeG, censuró que la estrategia del Gobierno se base en 'buscar culpables' en el Gobierno central y la 'incapacidad' a aceptar alguna 'alternativa' de la oposición.El popular Ruíz Rivas, defendió el 'realismo' de las cuentas.


LEY DE MEDIDAS FISCALES

Otra norma aprobada ayer fue la ley de medidas fiscales y tributarias, conocida como ley de acompañamiento de los presupuestos de la Xunta, pero sólo con los votos mayoritarios del PP. Socialistas y nacionalistas no exhibieron carteles, como en una sesión previa, para rechazarla, pero volvieron a calificarla de antidemocrática, porque se trata de un proyecto que modifica 24 leyes de una tacada y no por separado. Entre ellas, están normativas de calado como la Lei do Solo (con rebaja de restricciones en el suelo rústico), de la Función Pública (para la libre designación de cargos y el plan de recursos humanos), la creación de la Axencia Tributaria Galega, deducciones fiscales (por acogimiento de niños y en inversiones) y la derogación del Banco de Terras.

Según María José Caride (PSdeG), con la aprobación de esta ley 'vólvese aos tempos de Fraga', porque fue durante el gobierno de este cuando se creó, y modificaciones urbanísticas que 'abren a porta á legalización de barrabasadas de todo tipo'. Para Fernando Blanco (BNG) , la ley carece de informes, lo que en la práctica supone 'un cheque en branco para facer modificacións'.

Pedro Puy (PP) defendió la ley, aunque dijo que no le gustaba el procedimiento, como una medida para 'para darlle sentido a uns orzamentos que son bos', y justificó el rechazo a las enmiendas de la oposición porque no mejoran, dice, el proyecto. Cuando es así, continuó, 'pasamos o rodillo para que o campo quede máis plano, que é para o que se pasa o rodillo'.

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