Lydia Bosch: ¿Víctima o verdugo?

Lydia Bosch. (Foto: Archivo)
Las revistas del corazón dejan de lado su cara más frívola y festiva esta semana para hacerse eco de la dramática situación a la que se enfrentan la presentadora y actriz Lydia Bosch, y su todavía marido Alberto Martin.
La ex azafata del ‘Un,dos,tres’ presentó la demanda de divorcio y pidió una orden de alejamiento familiar contra su marido, por un presunto delito de abuso a una menor tutelada por la actriz y que se cometió hace cinco años. El arquitecto, por su parte, lo niega todo y amenaza con contraatacar. Hasta el momento, la Justicia está de lado de Alberto Martín ya que, aunque la denuncia no ha sido archivada, la jueza que investiga el caso denegó la orden de alejamiento solicitada por Lydia y puso en libertad sin medidas cautelares al arquitecto.

Y como suele ocurrir en esta clase de situaciones dramáticas, cada parte sostiene su propia versión, y todas las revistas, sin excepción, recogen los argumentos de ambas. Tras salir a la luz el turbio divorcio que atraviesa la pareja, comenzaron a sucederse los comunicados. Primero de la abogada de Lydia Bosch explicando el asunto; más tarde, Miki Molina, padre de la hija mayor de la actriz, Andrea, de 17 años, anunciando su intención de iniciar acciones lagales contra Alberto Martín; por último, el principal afectado, Alberto Martín, respondiendo a las declaraciones de Lydia y Miki y amenazando con emprender acciones legales contra cualquier ataque a su intimidad y a la de sus hijos. Sumado a esto, las especulaciones en el entorno de la pareja no se han hecho esperar y los empleados del arquitecto insinúan que, detrás de todo, hay motivos económicos.

Lo cierto es que la pareja estaba inmersa en un proceso de divorcio desde el pasado 17 de abril tras casi diez años de matrimonio y dos hijos en común, pero las graves acusaciones vertidas por la actriz contra su esposo podrían cambiar el rumbo de los acontecimientos. La pareja se casó en 1999 en régimen de separación de bienes, sin embargo, Lydia solicita a su todavía marido 21.000 euros al mes, la custodia de los hijos que tienen en común y el 80 por ciento de las propiedades que el matrimonio tiene en común. El está dispuesto a vender la casa en la que viven y repartir las ganancias a partes iguales, pero se niega a renunciar a la custodia compartida de los pequeños. Por este motivo, todo apunta a que este dramático episodio tendrá nuevas entregas.

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