La temporada de la naranja tiene su momento más álgido en el invierno. Los frutos más dulces y jugosos se consumen en esta época en la que también alcanzan el mejor precio
La naranja es una fruta originaria de China. Allí se consume desde hace milenios. A los chinos les debemos mucho más en esto de las cosas de comer de lo que la mayoría de la gente se piensa. A Europa y el resto del mundo llegó de la mano de los españoles. Y a nosotros nos la trajeron los árabes, que durante su invasión de la península dejaron el solar plantado de naranjos dulces y amargos. La naranja tradicional, con todas sus numerosísimas variedades, procede de aquellos patrones que se plantaron en la España que se gobernaba desde Córdoba. Al menos eso es lo que cuenta la historia. Porque en Portugal sostienen que hubo una variedad que hizo un viaje completamente diferente: Cuando los portugueses dominaban el mundo y los viajes en barco hasta el Oriente más lejano, fueron salpicando la costa de bases y colonias.
Macao se convirtió en el Hong-Kong portugués. Las naranjas chinas que se cultivaban en Macao llegaron a Portugal por un camino diferente que la ruta de la seda que utilizaron los árabes. Y en vez de aclimatarse al Mediterráneo lo hicieron a las tierras atlánticas. Ese es, segun se cuenta, el origen de las naranjas de Amares, un municipio del distrito de Braga que se encuentra en la subregión del Cávado.
¿Qué tienen de particular las "laranjas" de Amares? que su ciclo de consumo coincide con los meses sin r. Desde mayo hasta agosto. No se trata de una fructificación temprana, sino todo lo contrario. Resulta más tardía. El fruto se mantiene jugoso en el árbol a lo largo de meses y resulta especialmente dulce y sabroso cuando llegan las primeras semanas del verano. Los naranos de Amares presentan frutos de intenso color naranja, con piel fina y tamaño medio.
Desde hace algunos años, los escasos productores de naranjos de Amares y las autoridades municipales de dicho ayuntamiento están intentando crear una Indicación Geográfica Protegida para una fruta que, además, sirve para el desarrollo de una floreciente industria artesanal de compotas, mermeladas y repostería variada (ya se sabe que los portugueses son grandes reposteros) con la naranja e incluso la piel de la naranja como ingrediente principal.
El fenómeno de la singularidad estacional del naranjo de Amares también se da, aunque de forma aislada, en Galicia, donde aunque de manera poco usual, es posible encontrar naranjos Navel que exhiben sus mejores frutos en pleno verano.
