Carla López y Emilia Arzúa son la diseñadora y publicista de la marca que lleva el nombre de la primera y que convierte los accesorios en productos únicos
Fue en el año 2012 cuando se cruzaron los caminos de la diseñadora recién titulada Carla López y la licenciada en Publicidad Emilia Arzúa. Dos formaciones académicas muy distintas pero una misma forma de entender la moda: algo único y creativo que ayuda a quien lo lleva a expresar quién es. No fue hasta 2014 cuando formalizaron la marca en Ferrol y salió a la luz la primera colección. Tal fue su alcance que la estilista de Beyoncé solicitó a la firma un modelo que la cantante lució en la mediática final del campeonato de boxeo americano de 2015. Hoy, ya con una segunda colección en marcha, Carla Lópezy Emilia Arzúa afrontan el futuro con ilusión y muchas ganas.
Pronto pasarán cinco años desde que inició la andadura de su marca. Si echa la vista atrás, ¿cómo ha sido el camino?
Emilia: A veces difícil, no voy a mentir, pero siempre hemos trabajado con ilusión y con ganas de aprender y sacar el proyecto adelante. Durante este tiempo nos han pasado cosas sorprendentes y nos hemos demostrado que lo importante es tener ganas.
Carla: El balance al final siempre es positivo. Para montar una empresa hay que tener mano izquierda y tomarse las cosas con humor. Y muchas veces no aceptar un no por respuesta.
Han pasado casi dos años desde que Beyoncé luciese uno de sus bolsos y pusiese a la marca bajo los focos de medio mundo. ¿Cómo lo han digerido y qué ha supuesto para la firma?
Carla: Supuso el salto al público en general. Hasta ese momento sólo éramos conocidas en el entorno de la moda pero gracias a Beyoncé fue mucha la gente que empezó a interesarse por nuestro proyecto.
Emilia: Cuando comenzamos con la marca teníamos claro a qué público queríamos dirigirnos y que íbamos a por todas. Esta fue una de las cosas que nos demostró que seguíamos el camino correcto y que debíamos seguir esforzándonos y creyendo en nosotras mismas. Aún así, el año pasado tuvimos la suerte de verla actuar en Dallas y nos costaba creer que hubiéramos llegado hasta ella.
Las suyas son propuestas muy innovadoras y artísticas en un mundo demasiado globalizado donde algunas voces ya empiezan a reclamar individualidad.
Emilia: Ahora mismo con la venta online hay muchas opciones y se ha abierto un camino nuevo para los diseñadores y marcas emergentes. Hay demasiados productos similares, por eso sentimos la necesidad de diferenciarnos y crear algo propio, único y con un mensaje.
Carla: A la hora de diseñar la primera colección sentía que tenía que aprovechar esa oportunidad y ser fiel a mí misma, crear algo con lo que me sintiera identificada. Para nosotras es muy importante creer en lo que estamos haciendo y no dejarnos llevar por las tendencias. No es tanto la exclusividad como el conectar con la gente a través del mensaje que transmiten nuestros diseños.
Emiratos Árabes supone para ustedes un gran mercado. ¿Estamos hablando de una cultura de consumo diferente a lo que entendemos en Europa?
Emilia: Tanto en Emiratos como en gran parte de Asia, entienden el lujo de forma diferente que aquí. Están mucho más dispuestos a apostar por marcas emergentes y a arriesgar en su modo de vestir. Les interesa la calidad y el diseño mucho más que lucir un logotipo. Tampoco quiero decir que en Europa no triunfe el diseño emergente, pero en nuestro caso nos han funcionado mejor otros mercados.
Carla: También nos ayudó que el proceso de producción se realice de forma artesanal en España. Aquí fabrican una gran parte de los bolsos de lujo las marcas internacionales y ese nivel de calidad es un valor añadido cuando sales al exterior.
Han realizado ya dos colecciones, Animales y Anatomía. ¿Cómo es el proceso creativo López tras estas elecciones?
Carla: Creamos la marca con el objetivo de dar vida a diseños originales tomando el bolso no sólo como accesorio sino como el lienzo perfecto para dar rienda suelta a nuestra creatividad. La inspiración viene del día a día, de cualquier objeto cotidiano que me provoque una sensación, de la búsqueda del contraste o de disciplinas como la decoración, la escultura o la corriente surrealista.
El suyo es un equipo bicéfalo. ¿Cómo se complementan una diseñadora y una publicista?
Emilia: La idea del nombre de la marca fue mía realmente. Al principio Carla no estaba convencida pero desde que me enseñó los primeros bocetos supe que tenían que ir con su firma. Carla aporta la parte creativa y yo soy mucho más pragmática, ahí encontramos el equilibrio.
Carla: Sin saberlo hemos creado el mejor equipo. Nos gustaría animar a la gente que está pensando en emprender a que busque un socio con el que se complemente.
