Las empresas e instituciones se están enfrentando una crisis de talento debido al avance de la tecnología
El avance tecnológico acelera su ritmo cada año, lo que supone enormes ventajas y mejoras en la calidad de vida millones de personas, pero también generando nuevos problemas que hasta ahora eran desconocidas en el mercado laboral.
Las empresas e instituciones se están enfrentando una crisis de talento debido al avance de la tecnología, que crece mucho más rápido que lo que tardan los recursos humanos en formarse. Esto es especialmente importante en sectores como la educación, donde los profesores demandan un mayor esfuerzo y la dotación de materiales e infraestructuras para poder solventar de manera eficiente las dudas de los alumnos.
El limitado acceso a las herramientas digitales más eficientes y actualizadas y los conocimientos necesarios para utilizarlas correctamente producen una escasez en el mercado para desarrollar los trabajos más técnicos por verdaderos profesionales, que en muchos casos no están reciclados formativamente para la realización de determinadas tareas. Internet ha creado un mundo en el que muchas personas anónimas con grandes conocimientos teóricos comparten y exponen su información de manera directa, pero con muy pocos especialistas que en la práctica que ejerzan esa labor de manera profesional: la verdadera formación no parte de leer blogs.
El cambio de modelo económico hacia una implementación digital no puede estar alejada de la realidad y la brecha laboral que supone la concepción tradicional de rendimiento: el trabajo ya no puede determinarse por horas o cantidades producidas, sino por resolución y productividad. Las grandes empresas ya no son las que más trabajadores tienen o más producen, sino las que con menos trabajadores y menos carga de trabajo generan más beneficios.
Las más perjudicadas son las Pymes, que se ven forzadas a competir por los recursos humanos más eficientes sin haber abandonado el obsoleto modelo de trabajo anterior a la irrupción de internet.
