No todas las plantas que decoran nuestros espacios tienen que tener flor, ni mucho menos. Tenemos varios ejemplos de especies que solo su verdor, supone un aliciente precioso para nuestra morada. Tenemos, por ejemplo, la Monstera deliciosa, una especie que nos demuestra que no hace falta una flor llamativa para resultar encandiladora. Cierto es, que algunas de las especies verdes tienen unos cuidados un poco curiosos, por eso, hoy vamos a hablar de los helechos. Existen muchas variedades de helechos y todas ellas tienen su encanto, si hablamos de las especies que se adaptan a macetas en espacios interiores, reducimos un poco la cantidad, pero si duda, no a costa de la calidad.
¿Qué son los helechos?
Seguramente, si habéis dado algún paseo por los montes gallegos, habréis visto unas especies arbustivas verdes, de hojas grandes, con un característico diseño en forma de serrucho, esos son una de las muchas variedades de helechos, concretamente, el Pteridium aquilinum. Son originarias de las regiones tropicales y ecuatoriales.
Estas son las plantas más antiguas en su especie, han podido adaptarse a los cambios climáticos, y así, sobrevivir a grandes eventos catastróficos. Se puede decir que los helechos estaban incluso antes de los dinosaurios y lograron sobrevivir a la causa de extinción de los mismos. Se calcula que los helechos tienen más de 400 millones de años.
La forma en que nacen las hojas es muy diferente a otras plantas, primero nacen enrolladas en forma de espiral para luego desarrollarse a medida que va creciendo, este proceso se llama prefoliación circinada. Además, en la mayoría de los casos la forma de reproducirse se basa en esporas, que se encuentran debajo de los frondes, es decir en el envés de la hoja. Para que el proceso de reproducción de los helechos suceda, se necesita que las esporas de los gametos femeninos y masculinos se unan y así formar un cigoto que luego será enviado por medio de las esporas al suelo. Allí es donde sucederá su germinación para que luego nazca una nueva planta.
Colocar helechos en macetas colgantes es tendencia en decoración desde ya hace unos años. Las majestuosas hojas alargadas con diseños peculiares de estas plantas han sido la inspiración de muchos amantes de la decoración para adornar sus hogares, hasta el punto de colgarlas en cestos colgantes. Sin embargo, no todas las especies son aptas para crecer de tal modo, además, el proceso de trasplante debe ser cuidadosa para no dañar la planta. Las cestas también deben ser hechas del material adecuado para que puedan retener la humedad.
Si hablásemos de las especies que mejor se adaptan a una maceta, deberíamos mencionar: el Asplenium nidus, el Blechnum gibbum, la Cyathea, la Dicksonia antárctica, la Nephrolepis exaltata y el Pteridium aquilinum. De estos ejemplos, el mejor, si queremos colocarlo en una maceta colgante, sería sin duda la Nephrolepis exaltata, aunque el Asplenium nidus es también otra opción.
LAS CLAVES
- • La tierra de los helechos debe estar siempre húmeda, o de lo contrario sus hojas perderán color.
- • Las hojas tienden a contraer enfermedades. Para evitar que la enfermedad se expanda, es recomendable cortar las hojas secas.
- • Deben estar en un ambiente con una temperatura cálida.
- • La luz solar es muy importante, por lo que es recomendable tener la planta en un lugar donde reciba los rayos del sol unas horas al día.
