De maniquís a cuerpos revolucionarios

MARIE VERNET Eran los últimos coletazos del siglo XIX y está considerada la primera modelo de la historia de la moda. Su función como vendedora en el atelier de Charles Frederick Worth no era otro que mostrar la ropa para que las clientas pudiesen comprobar cómo sentaban al cuerpo. La elegancia de sus movimientos la hizo destacar sobre las otras “sosies” -nombre con el que eran conocidas estas mujeres-. A partir de aquí y de la mano de Paul Poiret -primer diseñador en presentar una colección exclusivamente para la prensa en el verano del 1910-nacieron los desfiles de moda, menos espectaculares de los que hoy conocemos pero que comenzaron a tomar en consideración el papel de las mujeres que vestían las prendas y convertirlas en algo más que maniquís humanos. TWIGGY Transcurridos los años 20 y pasada la época de la posguerra, los años 60 supusieron la revolución de la sociedad y, aparejada a ella, la de la moda. De entre todas las jóvenes que aspiraban a convertirse en modelos fue una la que se abrió paso convirtiéndose en icono de toda una generación. Leslie Lawson era su nombre, pero pasó a la historia de la moda como Twiggy. Además de actriz y cantante, está considerada la primera supermodelo al haber conseguido fama internacional. Su rostro, considerado el rostro del año en 1966, y su constitución demasiado pequeña y delgada para los cánones de la época, han quedado para siempre ligadas al auge de la minifalda. EL FENÓMENO “TOP MODEL” Llegaron así los años 90 y las modelos comenzaron a convertirse en superestrellas. Su carrera se prolongaba más allá de las pasarelas y llenaba las revistas del corazón, acudían a eventos sociales, estrenos de películas y sus cachés se inflaban hasta alcanzar muchos ceros. Sus nombres: Claudia Schiffer, Naomi Campbell, Cindy Crawford o Linda Evangelista continúan siendo hoy iconos de la industria. Y buena parte de ello se lo deben a Gianni Versace y el fotógrafo Peter Lindberg. KATE MOSS Con ella nació el “heroin chic”, una tendencia que dominó los años 2000 en la moda y que se ilustró con cuerpos extremadamente delgados y de aspecto poco saludable. De la mano de Calvin Klein la inglesa se alzó como icono de unos cánones de belleza sin curvas que se han ido desterrando. WINNIE HARLOW Aunque los cuerpos delgados continúan siendo los imperantes en el mundo de la moda, la diversidad se ha ido abriendo paso poco a poco. La norteamericana Winnie Harlow es una de las que ha conseguido hacer de sus diferencias estéticas su bandera, beneficiando la autoestima de aquellas mujeres que no se adaptan a la tiranía de los cuerpos. De raza afroamericana, el vitíligo que cubre de blanco buena parte de su cuerpo no fue impedimento para que concursase en el famoso America’s Next Top Model, donde alcanzó la fama. Su presencia en las pasarelas más importantes la ha ayudado a superar el bullying que sufrió de niña. Winnie Harlow sufre vitíligo, una condición de pérdida de color en la piel. ASHLEY GRAHAM Sus 95 kilogramos de peso se han subido a las pasarelas más importantes del mundo de la moda y han abierto camino a muchas modelos de tallas grandes. El suyo es un mensaje de empoderamiento de la diversidad de cuerpos y su voz apela siempre a la autoestima de todas las mujeres. Con ella han contado las marcas más famosas de moda y cosmética y ofrece charlas para jóvenes sobre la importancia de amar todo tipo de cuerpos y prevenir los trastornos alimentarios. ANDREJ PEJIC Aunque Caroline “Tula” Cossey fue la primera, el contexto de los primeros años 80 la obligó a hacerlo en secreto. Es por eso que se considera a Andrej Pejic la primera supermodelo abiertamente transexual. Natural de la antigua Yugoslavia aunque de nacionalidad australiana, sus características andróginas la han convertido en uno de los rostros más buscados y ha desfilado tanto para moda masculina como femenina difuminando los límites que las separan. MADDY STUART Ni las grandes pasarelas ni las principales revistas de moda se han resistido a Maddy Stuart, la primera supermodelo con Síndrome de Down. Su éxito ha servido de ejemplo de la inclusión y la diversidad de todo tipo de personas, demostrando que la moda no es exclusiva de unas pocas, sino que debe abrirse a la diferencia.