Más allá de ratas de biblioteca, estudiantes de Literatura Americana y algún otro friki sin subcategorizar, aquí poca gente conoce a Kurt Vonnegut. Pero cuando, en 1969, "Matadero Número Cinco" salió, el revuelo mediático que se produjo pilló al propio Vonnegut - que con 47 años, llevaba casi 20 publicando – completamente desprevenido. El libro vendió tanto que se convirtió en best seller; se hizo una película que recibió, entre otros, el Gran Premio del Jurado de Cannes y Vonnegut se convirtió, inmediatamente, en un clásico contemporáneo.
Sin embargo, el hombre siguió con sus clases, sus charlas en la Universidad (que dio hasta los 84 añazos, tres antes de morir) y su entrañable filosofía de vida. Precisamente estas charlas son las recogidas en el libro Que levante mi mano quien crea en la telequinesis.
Para regocijo de los estudiantes, que acudían ansiosos a verlo, Vonnegut suelta perlas como “Si no eres liberal ni conservador, quizás seas un dónut” o “¿Creéis que los árabes son tontos? Pues intentad hacer divisiones largas con números romanos”. Las charlas (donde cuestiona los valores americanos, se avergüenza del “varón blanco” y aconseja cultura, humor y música como remedios contra la estupidez humana) son tan divertidas, absurdas y certeras que uno, además de pensar en Woody Allen, se pregunta a ratos si está ante un cínico o solo un irónico. Al fin, sin embargo, su humor negro es tan compasivo que, por momentos, recuerda a Sampedro e incluso a Galeano.
Volviendo a los frikis. En la página de crowfunding Kickstarter hay un proyecto para un documental sobre Vonnegut. Robert D. Weiden, director también de "Woody Allen: a Documentary", anima a los fans a colaborar con el reclamo de regalar artículos personales firmados por el propio Allen. Ahí lo dejo.
