Desde su origen en el año 1943, las semanas de la moda se han convertido en un evento imprescindible para profesionales y amantes de la industria. Nueva york, Londres, Milán y París son las grandes capitales mundiales que cada temporada presentan las propuestas de los diseñadores y cada año ganan en espectacularidad
Nueva York, Londres, Milán y París son las cuatro grandes capitales de la moda. En ellas, los meses de septiembre-octubre y febrero-marzo se marcan con destellos fluorescentes en los calendarios de todas las amantes de la moda. En ese orden, el foco de la industria viaja para iluminar con toda su fuerza las Semanas de la Moda.
Recientemente acaba de concluir la de París, donde se han presentado todas las propuestas de los diseñadores y grandes firmas para la temporada primavera-verano. De este modo, se garantiza que las fábricas puedan producir todas las demandas de los comerciantes para los próximos meses.
Las Semanas de la Moda suponen dos desfiles. El principal, que ocurre encima de la pasarela y presenta las creaciones de los profesionales, y otro que ocurre de puertas para fuera, con las influencers y personas de la industria como protagonistas y el fenómeno del street style como telón de fondo.
La primera edición
Fue precisamente en Nueva York donde empezó todo. Era el año 1943 y el mundo sufría las consecuencias y conflictos de la Segunda Guerra Mundial. Con el objetivo de llamar la atención sobre la moda francesa -golpeada como fuente de inspiración por la contienda-, la publicista Eleanor Lambert tuvo la idea de organizar un evento al que llamó Semana Editorial. Allí se dieron cita grandes nombres del sector para mostrar a los periodistas sus colecciones. Como la propia historia ha demostrado, la iniciativa fue un auténtico éxito. Respaldo de la revista Vogue mediante, la moda estadounidense encontró así el púlpito desde el que proclamarse.
Concluida la gran batalla que dividió al mundo, París volvió a convertirse en el paradigma del estilo y ciudades como Milán o Londres vieron en esta recién creada Semana de la Moda un tren al que subirse. Nacía así el calendario más “fashionista” que todavía hoy se mantiene en tiempo y espacios.
Llamar la atención
Desde la austera primera edición en 1943, en la que las modelos simplemente circulaban entre los asientos para mostrar a los medios los diseños; las Semanas de la Moda se han seguido reinventado cada año. Hoy, los desfiles son mucho más que eso, convirtiéndose en grandes espectáculos de luces y sonidos que han dejado para el recuerdo pasarelas convertidas en auténticas performances.
Uno de ellos fue el que Galliano organizó en el año 1998 como director creativo de Dior. El escenario, la ópera Palais Garnier de París. Junto a las modelos, bailarines de tango, extras engalanados como personajes de ópera y una orquesta que envolvieron a las modelos como pocos han conseguido.
Famosas son también las propuestas de Chanel, especialmente durante el reinado de Karl Lagarfeld a los mandos creativos. El llamado “káiser de la moda” consiguió convertir las propuestas de la “maison” francesa en aeropuertos, supermercados o manifestaciones feministas. No en vano, el suyo es el desfile más esperado de la semana parisina.
Dentro del top ten de las propuestas llamativas destaca también aquel en el que Tommy Hilfiger recreó un estadio de fútbol en el centro de Manhattan en el año 2015.
HISTORIA CIBELES
Casi cuatro décadas de vida tiene ya la propuesta española. La pasarela Cibeles, hoy conocida como Mercedes Benz Fashion Week, lleva más de 50 años presentando los diseños de las firmas estatales, si bien no fue hasta 1985 cuando se instauró como Semana de la Moda.
