Treinta turismos permanecen abandonados desde hace años en el casco urbano de Verín, según los datos que maneja la Policía Local.
Los coches fueron dejados a su suerte, bien tras sufrir su conductor una colisión, por acabar su vida útil o por intervención judicial y de la Guardia Civil al verse su dueño envuelto en un acto delictivo o cometer un delito contra la seguridad vial.
Los coches se pueden observar en las avenidas de Laza, Portugal, Castilla y barrio de San Lázaro y calles Muralla y Galicia, que no están afectadas por la ordenanza reguladora de aparcamientos (ORA).
En las calles más céntricas de la villa, en las que los conductores pagan por estacionar (hay unos 200 huecos) no hay ningún coche abandonado.
Los vehículos dificultan a diario el estacionamiento, además de representar un peligro para los residentes en la zona, que temen, según los datos que manejan los agentes locales, que el coche comience a arder o provoque una explosión a causa de la corrosión y el paso del tiempo.
El grupo de gobierno, que tiene sobre la mesa 17 quejas por coches abandonados, ya sopesó varias veces la idea de retirarlos de la vía pública después de contactar sin éxito con sus dueños (partes de los coches están matriculados en el extranjero y en otros el dueño cambió de domicilio), pero no llevó a cabo la idea al carecer de un local municipal en condiciones para guardarlos. El Concello dispone de una cochera, que es la que utiliza la Policía Local para custodiar los vehículos que la grúa retira de la vía pública al estacionar su conductor en un lugar prohibido, mayoritariamente por ocupar un vado. 'Ese local no lo podemos utilizar, quedaríamos sin servicio, y construir una cochera para guardar los coches abandonados ahora mismo es imposible dada la situación de las arcas municipales', explicaron en el Concello.
La situación incluso afecta al cuartel de la Guardia Civil, que ante la falta de una cochera municipal, se ve obligada a custodiar en su propio aparcamiento los vehículos que decomisa por delitos contra la seguridad vial y actos delictivos. En la actualidad, los agentes, además de los 30 coches que hay abandonados en Verín, tiene otros seis en el aparcamiento del acuartelamiento y sus accesos, lo que resta huecos para estacionar los coches oficiales y los particulares, cuando acuden a realizar alguna gestión.
Los coches se pueden observar en las avenidas de Laza, Portugal, Castilla y barrio de San Lázaro y calles Muralla y Galicia, que no están afectadas por la ordenanza reguladora de aparcamientos (ORA).
En las calles más céntricas de la villa, en las que los conductores pagan por estacionar (hay unos 200 huecos) no hay ningún coche abandonado.
Los vehículos dificultan a diario el estacionamiento, además de representar un peligro para los residentes en la zona, que temen, según los datos que manejan los agentes locales, que el coche comience a arder o provoque una explosión a causa de la corrosión y el paso del tiempo.
El grupo de gobierno, que tiene sobre la mesa 17 quejas por coches abandonados, ya sopesó varias veces la idea de retirarlos de la vía pública después de contactar sin éxito con sus dueños (partes de los coches están matriculados en el extranjero y en otros el dueño cambió de domicilio), pero no llevó a cabo la idea al carecer de un local municipal en condiciones para guardarlos. El Concello dispone de una cochera, que es la que utiliza la Policía Local para custodiar los vehículos que la grúa retira de la vía pública al estacionar su conductor en un lugar prohibido, mayoritariamente por ocupar un vado. 'Ese local no lo podemos utilizar, quedaríamos sin servicio, y construir una cochera para guardar los coches abandonados ahora mismo es imposible dada la situación de las arcas municipales', explicaron en el Concello.
La situación incluso afecta al cuartel de la Guardia Civil, que ante la falta de una cochera municipal, se ve obligada a custodiar en su propio aparcamiento los vehículos que decomisa por delitos contra la seguridad vial y actos delictivos. En la actualidad, los agentes, además de los 30 coches que hay abandonados en Verín, tiene otros seis en el aparcamiento del acuartelamiento y sus accesos, lo que resta huecos para estacionar los coches oficiales y los particulares, cuando acuden a realizar alguna gestión.
